17 noviembre 2021
- Hace ya veintitrés años dejé de escribir un libro que nunca he terminado. Una etapa algo depresiva pero muy activa.
- Hoy dejaré aquí en su versión más cruda e irreverente, un pequeño y corto capítulo. Disculpadme el tono y la "jerga", eran otros tiempos donde el Yo hablaba con el otro yo, (Yo y yo, de momento), era una conversación íntima, imaginaria y seguramente, imposible:
¿ A quien cojones le importa lo que le pasa por la cabeza a los demás ?
- De todas formas es casi peor que se obsesionen en contarte quien mereció ganar el partido del sábado. O que siempre te digan que te van a invitar a cenar, ¿ a ver que día nos vemos? ¡hostias! pero si no me pueden ni ver.
- De vez en cuando en alguna de esas cenas en las que te dejan decir algo, ( !j¡oder!, te quedas casi embelesado por ello, y casi no te lo crees), y dices algo así como:” Oye y vosotros que opináis sobre la política nacional del acceso al primer empleo y su repercusión en la actitud de futuro que ello provocará en nuestros hijos”. La verdad es que lo dices “para joder”, para decir algo, y para dártelas un poquito de intelectual. La “putada”, es que además de no contestarte, es que te miran durante algunos segundos, todos, con ojos de quererte fundir en un lastimoso abrazo.
- Luego cuando llegas a casa te dicen: ¡me han preguntado si te pasa algo!, ¡seguro que Enrique tiene una depresión de caballo!, o ¡joder, este tío trabaja demasiado!
- Lo mejor se produce, de todas formas, a los postres, ¡coño!, cuando ya, de una vez, empieza el “dotoreo”, (hablar con la clásica vehemencia de la ignorancia).
- ¡Joder! lo que el país se pierde en materia legislativa en esos “ires y venires” de la sabiduría mas genuina puesta en una boca caliente a las tres de la mañana de un sábado alrededor de una mesa que, contemplando un concluido cenáculo, compite con cualquier estantería de la alcoholera de Haro.
- Joder que te ha pasado, no has abierto boca, se pensarán que estás enfadado con ellos.
- No, que va, lo que pasa es que me dolía la cabeza, (digo casi convencido). ¡Joder! ¿ donde he estado todo ese tiempo y durante tanto tiempo ?
- A todo esto queda bonito decir que lo importante es creer que el ser existe. Es la “hostia” encontrarlo y lo jodido es que “pase” de ti. El asunto tiene mala leche pero, es inútil, da la impresión que no puedes hacer nada para cambiarlo.
- Lo sabido, siempre sucede que solo quieres al que no te necesita y al que no puede vivir sin ti, acostumbras a darle “por culo” todo lo que puedes en un inconsciente, y morboso, acto de efímera prepotencia. Te conviertes en un mendigo por el ser, te da la impresión que no puedes vivir sin él, se te desgarra el alma cuando te dice: “no puedo”, (cuando quiere decir: no quiero), y al final acabas proponiéndote que todo será posible con el tiempo. Igual no es cierto, pero ayuda a vivir.