Painting: Alexander Sheversky
Soñaba que vivía aquí contigo amor y me caí de la cama - ya te oí cariño
1 abril 2009
Leo que los antiguos creían que los sentimientos residían en el corazón. Para Aristóteles, el corazón era el órgano fundamental del organismo humano, y el cerebro, apenas un mero coadyuvante.
En esa época se creía que la memoria estaba alojada en el corazón; de ahí que los romanos emplearan la palabra recordari, derivada de cor 'corazón', que llegó a nuestra lengua como recordar.
Pero no será lo mismo cuando uno lee que a Ortiz ya no le venden el Mestalla antiguo y él no se ha enfadado mucho. Será que cuando a uno le hacen hacer cosas que, aunque las tiene que hacer porque ya les ha acostumbrado a ello, pero no le gusta hacerlas, pues resulta que si luego le dicen que no hay que hacerlas, pues se alegra, claro. No sé si lo entendéis, bueno, la mayoría sí.
También me acuerdo cuando un Alcalde de la Ciudad que más tiempo me ha cobijado me decía, más bien nos decía a un reducido grupo de adictos y “penínsulas”, como yo, que cuando salió la primera vez de la política sufrió un importante contratiempo moral, económico y social al darse cuenta de que se había convertido en transparente a la vez que en impotente, y me refiero a la falta de poder y no a otra cosa que de eso siempre ha andado muy bien, y que eso ahora no le volvería a pasar. Ese hombre siempre ha sido muy agradecido y si no que se lo pregunten a mi examigo el Sevillano, el que vive en la Villa y Corte, ahora, como nunca se las vió. Puro mérito lo suyo.
Me sigue preocupando reunirme con los excombatientes de la cosa inmobiliaria pues siempre nos sorprendemos de que el resto del mundo se sorprenda de que Spain sea un nido de Concejales y Alcaldes metidos a Urbanistas corruptos. Entonces, ¿nosotros también saldremos en los papeles? No hijo no, no temas, nosotros éramos unos aprendices - pero que dices si yo he visto ……………….., psssss
Es preocupante ver que los amigos bancarios son mas bancarios que amigos; “La Entidad está ahora más fuerte que nunca, ahora sí, esa de ahí enfrente está para cerrar”. Con qué renovado entusiasmo me lo cuentan cada vez que les pregunto. Qué pena. A lo mejor es que se lo creen, o quizás, la procesión vaya por dentro. No sé.
¿Pero bueno, otra vez retocando las presentaciones del máster de mayo? Si cariño, ya sabes que a mí me gusta que las cosas queden mal y la mejor forma es revisarlas y rectificarlas a cada momento.
A mí me maravilla ver a Rafa, el chileno, como con un par, a finales de año pasado, se presentó a dar una conferencia en Murcia, sobre asuntos que le pedí y, por todo temario, apareció con unas notas sobre una servilleta que había mal escrito en el vuelo Mad-Alc. Luego, su memorable actuación, obtuvo la mejor puntuación/valoración de los alumnos. Vivir para ver; esfuerzo no es igual a éxito pero ingenio si es igual a éxito. ¿Y yo qué?
Pero todo eso no sería nada si no me acordase de mi última charla con Begoña, la reina de “Las Avenidas”, eso es un lujo al alcance pocos y vuestro, claro, de los pps de mi vecino Raúl y de los doctos correos-e de Ignacio el de Pinoso.
A Begoña le tendré que proponer para “bota de oro” del entusiasmo. A mi vecino nada le digo pues vive en la gloria y a Ignacio, que os podría decir de Ignacio que no se haya dicho ya.
Y yo como Aristóteles, por mucho que me duela, sigo creyendo en aquello, en que los sentimientos residen en el corazón.
También hay quién dice: ¿Enrique; ¿el que escribe esas cosas eres tú? No sé, a veces pienso que si, otras ni yo me conozco.
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