La Santa Faz y San Jordi

21 abril 2009

El jueves será festivo en Alicante, se trata de destrozarse las piernas y el estómago en la Romería de Santa faz, unos 6 Km. Lo mejor sería ir como los de la foto de aquí al lado, pero aún no puede ser, todo llegará, pero aún no es el momento.

Decía hace poco, y tuve que destruir parte del verso, que la tradición hace que las personas nos vistamos como no seríamos capaces de hacerlo si nos dijeran que nos pusiéramos una túnica llegando al Sudán.

Bueno, buscando en la salud de mi memoria y no en la memoria de la salud, puedo encontrar lo que pasó en la Romería del año pasado, o del otro:

• Calurosas y abundantes ropas de Romero, sombrerito de paja, tomando cervezas calientes extraídas de unas impresionantes neveras con ruedas, bocadillos pringosos en carretilla ambulantes que se presentan como si fueran de goma, un papel de plata chorreando aceite del que sale la mas inimaginable y pringosa imagen de un pincho de tortilla torturado por el apretón del bolso/mochilla que yace en el suelo para disfrute de los perdidos zapatones de los viandantes que con ella tropiezan, uno tras otro.
  

• Los políticos de élite, compitiendo con la guapísima alcaldesa, “Sonia mon amour”, que va al frente de ellos pero bastante al margen de los demás, por muchos años, van sudando tinta por las cañas de Romero que usan como bastón, mientras, los segundones de las filas segunda y tercera, andan repartiéndose los trajes y discutiendo en que meterse desde que se acabó la teta del urbanismo inmobiliario, (ojo no esté por aquí algún periodista cab... de esos, por ahí infiltrado, escuchando).
  

• Unas cuatrocientas ochenta mil personas que, como animales, se tiran sobre los asustados repartidores de anís y rosquillas en “la paraeta” Municipal.
  

• Al llegar a Santa Faz hay una inmensa cola de casetas oliendo a pringue con caramelos, aceitunas, salazón, papas fritas, bocadillos de plástico, panceta humeante, chorizos balcánicos, churros y otras mil maravillas que no dan en el Manolín, precisamente.
  

• Los niños tirándose por el suelo lleno de papeles pintados de aceite, de plásticos en forma de vaso vomitando cerveza y/o otras excelentes bebidas, de bolsas vacías de chuches, de trozos de periódico, de alguna compresa infantil, algún condón tempranero, platos con comida de bolsa perfectamente estacionados en los bancos libres y un sinfín de olores de pringue que inunda el olfato menos fino de cualquier Romero y/o viandante despistado, ah, eso sí, todo amenizado con música solapada que se emite a toda máquina, cada 30 metros, compitiendo entre sí, en volumen y calidad, con la más elemental norma de destrucción de los sentidos auriculares.
  

• Ah, casi se me olvida; pero todo eso no es nada si al final entre lipotimias, apretones, pisotones y algún vómito, consigues ver al gran cura levantando la réplica de la Santa Faz, ante unas 300.000 personas, que ni ven ni quieren ver, solo estar y ser vistos, por si el de arriba se lo tine en cuenta en la otra vida, o a lo mejor en esta y les saca de la cola del paro.
  

• Todo ha valido la pena, ya podemos irnos a casa a disfrutar de lo vivido y para decirle al vecino que estará sentado en la piscina; ¿tu no has ido a la Romería?, para que él con cara de mirarte con lástima, te diga; pues no, yo paso de eso, yo prefiero quedarme aquí solito, disfrutando del sol y la lectura y de esta fría cervecita que acabo de sacar de la máquina del club social. Y yo pienso ¿Será hereje?, pero no, quizás tan solo sea un tío listo. Yo me lo pensaré este año, a lo mejor me pongo a hacer cola en la máquina del Club social.

• La gente sigue en la calle, y en el Spa de Ozone, como si se hubiese declarado el fin de la crisis. Viva la Fiesta, contagiémonos de ello, viva, pero que viva siempre allí donde está, lejos de casa.

  Pero nada puede ser tan fatal como que el mismo jueves sea el día de San Jordi, el día de la rosa y el libro, bueno el de la rosa solo, lo del libro es cada día, ¿verdad?. Aprovechad para regalar esa rosa, roja si es de amor, al ser que más queráis en el mundo. A lo mejor es mucho más emocional que lo de la Santa. Yo la compraré mañana en Luceros.

  
  Sed buenos.

enriquetarragófreixes