lunes, 18 de mayo de 2009

Antonio Vega, Mario Benedetti, ¿de verdad se fueron?.

18  mayo 2009:

Tengo el día tonto. No sé lo que me pasa, pero algo me pasa. No han despedido a nadie en la Metrovacesa de mis examores, ni tampoco sé que los que han echado se hayan ido a Estocolmo a buscar trabajo. Al contrario, los de el nuevo “Básico” ya tienen “equipo”, y los que quedan no temen lo peor, es decir, no temen que los echen esta tarde. Por otra parte otros ex están con enormes ganas de que nos fumemos dos arroces y un Duero pasado mañana en Bonalba y no parece que les duela nada. Mis amigos lo son cada vez más y me lo hacen saber a través de mensajes de todo tipo, (el último, el más original, fue Fernando que lo hizo a través del Blog), y los míos están para que los llamen desde la Revista Hola en cualquier momento. ¿Entonces? Pues no sé.


Pero si se lo que me pasa, es algo que está ahí y que no ves.


Era un artista, seguramente un gran artista, nos gustaba su música, era un extraordinario artista y un pésimo ejemplo a seguir como persona. Su adicción a la heroína no parece contar a la hora de valorar su cv. Hacer un museo celestial de su música, pues bien, muy bien, pero debiéramos ir con cuidado a la hora de no condenar su vida y de la forma que la tiró por la borda. Sus fracasos personales llegaron al límite de sus fuerzas y perdió. No fuimos capaces de sacarle de ahí.

Esta sociedad no perdona, parece que cuando un ídolo se cae ya no nos importa, a nadie le importa lo que le pasa, ni el porqué ni nada que suene a preocuparse por él o por el que cae como él. Solo consumimos y luego ejemplarizamos lo que más conviene vender de su vida.
Gente no preparada está a la escucha y no parece que nos preocupe lo más mínimo lo que contamos ni como lo contamos. Una entrevista a Antonio Vega en diciembre 2006, era ya todo un presagio. Nadie hizo nada. Descanse en paz.

Estaba en la silla de la playa, haciendo ver que leía, he derramado dos lágrimas por él, era como si algo se hubiera acabado, como si todo se derrumbara poco a poco y ves que no puedes hacer nada por impedirlo. Con él siempre hemos cantado a la vida y ahora ….. Esa es la sensación del fin, pero nada más lejos de ello, él ha dejado su obra, su extensa obra, su prestigio y su forma de ser.
Benedetti nos ha dejado
, Antonio Vega también, pero su obra está con nosotros.
Qué suerte tenemos, ¿verdad?



 .

1 comentario:

  1. Hola amigo. Como bien comentas, cada vez que un creador (de musica, de poesia o de lo que sea) nos deja queda un hueco imposible de llenar. Pero para eso estan sus creaciones, para hacerles inmortales. Descansen ambos en paz...

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