29 mayo 2009:
Un buen amigo me dice hoy que me entiende, que entiende mis sufrimientos, pues él tuvo una experiencia religiosa interesante cuando le operaron de una fístula perianal, hace muy poco. Creo que no se lo cambio. Esta nota me ha animado el día .
Luego, cuando parecía que me venía abajo, cuando al pasar por el Centro de Salud de la SS, por cuestiones profesionales, he visto que no había nadie donde ayer había unos cuatro mil enfermos haciendo cola, ¿y qué pasa?, pues eso me preguntaba yo, me acerco a las tres magníficas y sufridas auxiliares del mostrador, sin poder resistirme a ello,y les pregunto: ¿oigan, ha caído la bomba de neutrones aquí?, se miran, se ríen y me dicen; Pasa que hoy es viernes, que son casi las doce y que hace un sol de verano, ¿le cuento más?, no, no gracias, no me lo puedo creer, pues mire señor, me dice una de ellas, así es, esto es lo que hay, la gente solo está enferma de lunes a jueves al mediodía.
Nuestro común amigo, sufridor paciente y doliente de la fístula perianal, no ha levantado cabeza en temas de salud desde que cumplió sus felices 40º...
ResponderEliminarY ahora anda nuestro común amigo, preocupado y escondido, porque sus primerizas andanzas de paparazzi o avezado reportero gráfico, le han reportado una seria amenaza de introducción analrectal de la cámara digital (cable de USB incluido), para fotografiar con todo lujo de detalles las cicatrices de la cirugia perianal antes de ser, final y profundamente, introducida en el interior de su organismo.
Nota importante: lo del cable de USB no es por maldad o mayor sufrimiento, sino por necesidad técnica para descargar las fotografías antes del total enterramiento de la cámara en sus entrañas...
Ofendido y querido anónimo: El de la perianal lo tiene crudo, pero tu nota es propia de los mejores párrafos de Salinger.
ResponderEliminar¿Para cuando tu nuevo libro, Anónimo?
No sé, querido y curioso blogger, no sé... necesito tanto tiempo para hacer tantas cosas.
ResponderEliminarComo bien sabes ocupado ahora ando en las "judías y el pan", que servidor y unos cuantos amigos, deben llevar a sus casas como elemental medida de subsistencia, por lo que me temo que el alimento espiritual y divertimentos deben esperar.
Pero como esta vida nos presenta oportunidades, esta situación de tránsito hacia un sitio o vida mejor, me ha servido para organizarme mejor y tan pronto el estómago familiar se haya asegurado su pervivencia, tendré tiempo para el libro, el blog, las clases...