La noche de San Juan y la necesidad de renovar las ideas y el espíritu.

23 junio 2009:

Ayer, sin poder verlo, tuve la suerte de hacerle un favor a un amigo de los que vengo denominando del grupo 3.1. No era muy importante, me refiero al favor, pero no pude ser ayer un buen anfitrión, el venía de viaje y yo estaba de fiesta, de fiestas, mas bien, de fiestas de Hogueras que como todos sabéis son las fiestas de Alicante, que como sabréis también, son una de las fiestas mas populares y crecientes en número de participantes de Europa.

Como decía no tuve la suerte de poderle ver ni compartir anhelos y siempre novedosos proyectos como en él es habitual, pero, al menos, si pude conversar diez minutos por teléfono con él. Conectamos en lo esencial, se nota cuando la corriente lava la piel en lugar de ensuciarla. Esa es la diferencia entre meter un pié en el nacimiento del Río Ebro o en el "Bogatell", que como todos sabéis, era como se le denominaba a uno de los mas grandes colectores de mi Barcelona natal y de la Playa donde desembocaba. La diferencia está entre aquellos que no ven, o no saben ver, el horizonte, y entre los otros que no creen que exista.

Quizás la desesperanza esté fundada en muchos, pero también es cierto que esta es la hora de los "inventos". Todas las crisis tienen algo bueno, eso es pura historia de la humanidad, siempre traen renovación, siempre traen un volver a empezar, siempre aportan nuevas creencias y la recuperación de los valores de siempre, los que hicieron de la especie humana lo que es.

Hoy, esta noche, es noche de San Juan, esta es la noche en que se queman todas las desventuras y los malos augurios, es la noche en que se construye un nuevo futuro sobre las cenizas de un fuego reparador. Hacedme el favor de no perder la tradición, salid a la calle y quemad todo lo malo que tengáis en vuestro interior, haced brasas de vuestros miedos y vuestras desdichas, y de todo aquello que atormenta vuestro ser y vuestra vida, salid a la noche y fundir los malos presagios con nuevas apuestas de futuro que seguro vendrán. Solo se trata de que os lo propongáis, que nos lo propongamos todos.

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