domingo, 2 de agosto de 2009

Camino equivocado, conducir según se vive y, Camino, también es el título de una gran película, por cierto.

Foto: NPI HASTA QUE NO LLEGUÉIS AL FINAL DE ESTE POST.
2 agosto 2009: 

Mi neurólogo se enfada si no gesto dos posts al día, aquí en mi Blog. El agotamiento que produce un día con los enanos es tremendamente eficaz, para que la DFEH actue y me recuerde que existe.
Mi amigo Antonio, “er bético”, me recomendó en su blog la película Camino y no tuvo mayor acierto en ello. Tras larga búsqueda, y aunque parece que por los p2p de emule y otros, hay una copia circulando, yo encontré una copia legal y hoy la he podido ver. Solo os diré que es una película que, salvo que seáis muy “jesusistas”, no podéis dejar de ver. La historia, la interpretación de la madre, la de la misma niña Camino, que así se llama la protagonista y la historia en sí, hacen de ella una película inevitable. Radicalismo ambiental, el pusilanismo del padre y la santa inocencia de la niña … No dejéis de verla, si os dejan.
Pero hoy el camino que yo os quería contar, y que existe, es otro
Si te pones en una autopista como la que hay entre Alicante y Murcia a 120 km/h, por el carril derecho, te das cuenta que tienes que conducir como lo hacías el mismo día del examen para el carnet de conducir, es decir, haciendo un eslalon increíble.
Está claro que el eslalon no sería nada complicado de hacer, si no fuera porque los que van por el carril izquierdo lo hacen, todos, a más de 140 km/h. Entonces frena para no aterrizar en la matrícula del de delante y luego ponte a toda ostia, a 130 km/h, por ejemplo, para integrarte y meterte en el carril de la muerte, el de la izquierda. 
Eso es peligroso, pero “polculero” a tope, si, además, el simpático y veloz conductor que viene por ese carril, a toda ostia, le da al pito de su voiture, acompañado de un, “Qué pasa”, con pito y luces a ráfagas, y un apártate viejo gilipollas, que aunque no se oiga, porque el ruido lo impide, pero que te llega hasta las mismas “partes” y eso te duele a morir, pero es justo entonces cuando duele más, si, si, te duele mucho más ahí, te duele en cualquiera de los dos cuernos que te acaban de salir al oírlo. Tengo la impresión me dice mi ángel malo, como a Camino, que la gente conduce como vive; por encima de sus posibilidades y con el "yo primero" como lema principal.
No paran por todas partes de anunciar los destrozos que se producen en esas familias que ven morir a su gente en la carretera y que no son solo jóvenes los que caen. Mi querido germanet ayer me mandó una pareja de mensajes en las que me recordaba en parte el mensaje, irónico por supuesto, sobre qué hacer ante tanta irresponsabilidad.
Va el mensaje de la foto de arriba.


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