“Nuevamente fueron parte de algo y eso les devolvió la vida, la vida profesional”

23 octubre 2009: 

El mundo laboral/profesional está como para no tener muchas ganas de hablar de él. Parece como si la ilusión por los proyectos profesionales se hubiese perdido en toda esa clase profesional universitaria bien formada y con ganas de seguirlo haciendo. No encuentran caminos, nadie les abre puertas y la administración se empeña en favorecer las iniciativas a corto, y en proyectos que solo alimentan la deuda pública, en lugar de incentivar al sector privado en aquellas iniciativas innovadoras que con toda seguridad ellos llevarán con mayor y mejor tino a buen puerto.

Un “pijo madrileño”, como a él gusta de hacerse llamar, en un intento de restarse atención y méritos, me ha soltado hoy una frase que la he guardado en mi “fraseario” de asuntos perdidos, que es ese lugar al que mandas las cosas que no quieres perder y que cuando los buscas nunca los encuentras. La frase me ha trasladado a unos quinientos años atrás, recuperando en mi escenario virtual, ese que te pasa por detrás de los ojos y un poco más arriba de la nostalgia sana, una enorme sensación de que las cosas aún pueden salir bien, si se hacen bien.

Hoy, en la UA, tengo que contarle a un numeroso y variopinto grupo de alumnos precisamente eso, que las cosas pueden hacerse bien y que cuando se hacen bien, normalmente acaban bien.

La frase, que es casi de dos párrafos, está construida en un momento muy especial, un momento en el que todo el mundo hablaba de ese grupo y por tanto habrá una importante parte emocional en su composición química, pero no por ello la frase no es menos aplicable, al menos emocionalmente, en una ocasión como la que me toca vivir hoy.

La frase, casi párrafo, decía algo, más o menos, así:

La cara de orgullo del equipo: todos -servidor incluido- hace unos meses en el paro, con pocas llamadas al móvil... y hoy tenías que verles la cara: primero cuando han llegado y han visto el stand, SU stand, y después cuando el stand se llenaba de "amigos" que venían a felicitarles y darles la enhorabuena.

El que nuevamente fueran parte de algo y el centro de atención… sólo por ver esas caras de alegría, de orgullo, solo por eso, todo esto ha merecido la pena.

 

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enriquetarragófreixes