Otra vez a vuelta con lo de los amigos. La vaca que va al matadero, Joaquín Rivero y los BasicoHomes.

22 octubre 2009: 

Tener amigos es algo siempre conmovedor. Hoy, uno de ellos me dice que ha encontrado en el diario de su hija el siguiente mensaje, según él, “el mensaje más conmovedor jamás recibido . . .”

Querido Dios, este año por favor manda ropa para todas aquellas pobres mujeres desnudas del ordenador de mi papá.

Amen

Es decir, vayan como vayan las cosas, no pierden el humor.

Tenerlos es siempre una satisfacción, hoy he comido con dos de ellos, no es que los vea cada cinco minutos, pero siempre aporta calor verlos, aunque sea de modo periódico. Uno de ellos nota la crisis en el cogote y el otro ya no sabe ni donde está, me refiero a la crisis, él si sabe dónde está.

Pero los dos están bien. Están dando la cara y esperando que algo pase, que va a pasar, pero que nunca será peor que lo que ya pasa, o quizás sí, pero a lo mejor ya están preparados para ello pues lo que me ha maravillado de ellos es verlos con una entereza y una naturalidad inhumana, como la de aquella famosa película de la vaca que se hizo de la familia y que llevándola al matadero, ésta se comporta con toda la naturalidad necesaria para un acto tan sublime como es la muerte.

Algo me pierdo o algo no sé ver.

Otros como los del equipo de BasicoHomes, en un alarde publicitario espectacular, han puesto en uno trescientos cuarenta y tres medios lo de que Joaquín Rivero ha asumido el 60% de las participaciones de la Sociedad. Éxito de Marketing de su Director y todo un ejemplo de cómo pasar de la nada a todo en seis meses. Todos estaban en la pura calle hace 180 días, mas o menos, y hoy han “emprendido” un negocio de liquidación de activos inmobiliarios con otros servicios paralelos y complementarios que les han hecho ya vender algo más de 100 viviendas según cuenta hoy toda la prensa nacional. Por tanto, estos que estaban como la vaca que va al matadero hace el repetido tiempo de los seis meses hoy están en la cresta de la eficacia y de la labor.

Por tanto, casi con toda seguridad, algo me he perdido o algo no he sabido ver, pero empiezo a pensar que todos esos Ex que andan pululando en el mercado profesional de mis amores, eran la base de lo que hoy ya no son esas empresas que fueron y que ellos si llevan encima y que, generosamente, lo muestran por donde van.

Ellos, como decía mi querida Paquita, son lo mejor de cada casa, son mis amigos, los que se han ido y los que están.

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enriquetarragófreixes