El último suspiro

01 febrero 2010 

Ya va siendo una hora razonablemente tierna, es decir, que para ser lunes ya toca refugiarse en los brazos de los sentimientos. El día ha sido largo y de mucho trabajo, pero ahora toca remediar las penas del alma, que no es que sean muchas, pero siempre hay algo que está en algún lugar de esa complicada entelequia, que cuando la meneas te hace tilín.

Hoy, leyendo alguno de los correos-e que, atinadamente, siempre manda el abuelonet, me ha puesto el mundo de los sentidos en su lugar. En el de los olvidados.

Una simple canción de “La Oreja …”, han hecho el resto.

“Está dedicado a todas las historias sin final …”

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enriquetarragófreixes