Determinada deuda inmobiliaria me amargó el café de hoy

    

15 marzo 2010

Hoy, esta mañana, la tertulia cafetera ha tenido un enorme calentamiento. Se trataba de discutir sobre la ley que protege al que no paga y en este caso, el de hoy, el que un determinado constructor de Alicante que, habiendo terminado y entregado una obra de Aparcamientos en pleno centro de la ciudad de Alicante, a un también determinado Promotor Inmobiliario, este no le paga, aún y habiendo vendido todo el producto en venta. La deuda, al parecer, asciende a 400.000 € y el constructor en cuestión no es, precisamente, ni VINCI, ni ACS, ni Bouygues y Lafarge. Por contra los promotores, me refiero a los socios, son gente acaudalada y que, al parecer, mantendrán algún argumento legal - es decir, que la ley lo permite - para no pagar.

La charla estaba viciada, pues la mayoría de los asistentes, están en mayor o menor escala, envueltos en el mismo problema. Están concursados por culpa de que no les pagan los grandes constructores, que son los que los contratan, y otros, con el mismo problema, trabajan para pequeños empresarios de la promoción inmobiliaria que lo son pues se dedican a ello, desde tiempo inmemorial y de modo ocasional, tan solo para colocar sus capitales procedentes de los clásicos de la “sumergida” y que son más negros que el kameni jugando de noche en el campo del Reus.

Explicarles que no todos los Promotores Inmobiliarios son igual o que la culpa fue del Cha-Cha-Cha, es lo mismo para ellos. No lo entienden, ni creo que lo puedan entender nunca.

• Se puede ser muy emprendedor, Enrique, pero si en un estado de derecho, no es posible que te garanticen el pago, especialmente cuando hay de donde “sacar”, pues “apaga y vámonos”
• Es terrible ver como todo tu capital te lo jode un HP que no le da la gana de pagarte, Enrique
• No entiendo como se puede emitir un pagaré, con sus sellos e impuestos, y que esto no garantice el cobro
• No es lógico que las S.A. no respondan con el capital de sus socios.

Un sin fin de lamentos y lágrimas de impotencia me han amargado, aún más, el café de hoy, cuando discutíamos sobre la noticia del periódico de hoy:

´No quería hacer daño a nadie, sólo llamar la atención. No era gasolina sino vino´.

(ver artículo entero)

El artículo termina con un párrafo para hacernos reflexionar sobre lo que, a veces, pueda pasar cuando alguien se toma la justicia por su mano y por qué lo hace.

Paseos en Porsche del promotor

Amigos del constructor lamentaron ayer que "mientras que uno de los socios de la promotora vive en el barrio de Salamanca de Madrid y el otro se pasea por Alicante con un Porsche, a él los bancos van a embargarle por el impago de ellos. Es una vergüenza". Así manifestaron la impotencia que siente Ismael, que a pesar de haber realizado el trabajo para el que lo contrataron, dicen, "no ha cobrado, se ha endeudado y se ve en un callejón sin salida".

Finalmente, y mientras me iba, y sin esperar respuesta, le he puesto mi mano en el hombro del que mas “lloraba”, le he dado dos palmadas en señal de apoyo mientras me acordaba, para aplicármela, de aquella frase tan oportuna de W. Allen: Disfruta del día hasta que un imbécil te lo arruine.

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