El guardián de la memoria

17 marzo 2010

Hace unos días, vi en Tv, un a enorme película que me impactó, de esas que cuando te ponen los créditos, te quedas mirando la pantalla, como si buscaras alguna explicación al contenido de lo que acabas de ver. El título coincide con el de este Post.

Hace un par de días, y como si la película que tanto me impactó, quisiera darme alguna casual, y causal, explicación, sucedió que mientras orientaba mis pasos hacia la búsqueda de la razón de vida diaria, tuve un inesperado encuentro con un excompañero, Aparejador para mas señas, del que me habían dicho echaba bilis por sus obscenidades cada vez que de hablar de mi se trataba. 

Pero en la vida, esta que nos ha dado de ventaja la muerte, resulta que no siempre es de fiar las consecuencias de una respuesta racional por la especie que presume de ello: 

Dando por sentado que la bilis se le habría acabado, pues dudar de quien me informó: no ha lugar, mi exquerido excompañero, al cruzarse conmigo en Maisonnave, y sin yo verlo venir, se agarró a mi brazo y con sonrisa tipo Netol se interesó por mi y por mi Santa, que me acompañaba, con total naturalidad y como si nunca hubiera sido cierto lo de los excesos de bilis derramada sobre mis huesos por él. Lo cierto es que me hizo dudar, pues incluso se quitó las gafas de sol y hasta me miró a los ojos, tanto que, en el fondo de su mirada, noté hasta cierta alegría en verme.

Pasado un rato, descubrí que me interesaba creer que Dios es justo - cosa rara de creer en mí, por muy bien que a mi me trate – y que el acto de quitarse las gafas de sol, por parte de mi querido “ex-bílico”, era algo mas que un simple gesto, que eso podría ser una forma de manifestar, públicamente, que por fin se le había hecho la luz en su razón y que ya no había motivo para mantener oculta su mirada, ni su nueva bondad hacia mi. 

El caso es que, aunque El Guardián de mi memoria hiciera el resto para que no me creyera lo que vi, yo, y mi otro yo, quisieron creer que eso SI PASÓ y que al fin, la razón se impone a los oscuros sentimientos y que “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”

Lo curioso sería saber que es lo que habrá provocado tal cambio de actitud en él, en mi querido y reencarnado excompañero.

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enriquetarragófreixes