sábado, 29 de mayo de 2010

Dimes y diretes de las golfas tertulias de las noches de los viernes


29 mayo 2010


   La golfa con el carro - The tart with the cart
 
Molly Malone:  Popular pescadera que, dicen, murió de fiebres en la calle. Pregonaba "¡¡Tengo el mejillón y el berberecho vivitos!!". Aunque no es seguro que existiese, se la representa como tendera de día y prostituta de noche
Molly Malone: Es una canción popular convertida en el himno Casi-Oficial de Irlanda

(****)
Entrar amarrado al futuro, queda fuera de tu alcance cuando, apenas entras en el circo-life de las noches de verbena, te ponen “el rock de la cárcel” y te descubres la edad sin remisión ni recato alguno, pues tus ademanes y tus sentidos se activan sin poderlos contener. A esto añadiré, o al menos así me lo parece, que es como un acto reflejo en las mujeres: ponerse a bailar con cualquier música cuando van vestidísimas, ¿por qué será?

La parte inicial, la del reencuentro, es la que mas me pone; besos y mas besos y algunas palmaditas en la espalda: “Holaquetal”, “qué bien te veo” o un siempre  sencillo y recurrente “Qué guapa estás”, son los primeros fuegos artificiales de una noche loca de placer, tertulia, copeo y de relación multiforme, poco sensata y “nada previsible”.
En esos escenarios, los de las tertulias, no sé por qué, pero la iluminación anda con tan pocos lux que lo de las tibias heridas con los “joios” cantos de las bajas mesas de cristal, hacen que sea un placer nuevo saber sortearlas y que te mueras de risa, por lo bajo, cuando llegan los nuevos y lo primero que hacen es darse un “toque” tibial con el dichoso canto de cristal de la absurda mesa.

Es curioso ver a la competencia con que falta de escrúpulos funciona cuando van al aseo a mear, por ejemplo. Se la empalan a lo magnificente, el que tiene, claro, intentando aparentar, digo yo,  que estén regando en lugar de lo que a, normalmente, se va allí. Luego agua al pelo, que ya viene chorreando de sudor por no quitarse la preciosa americana maderera que llevan los mas guay, peine robado de una noche de hotel, cuatro gestos delante del espejo, pero de jabón a las manos, nada de nada. O sea, de la “manguera”, directamente al “holaquetal”.
Por tanto y como conclusión primera, diremos que en lugares donde es habitual ir a mear con frecuencia, lo mejor es saludar como los japoneses.
La propuesta de anoche, el tema, era “Gente que no te saluda porque le han dicho que tu has dicho algo muy malo de ella y que tú, además de no saberlo, es que, además, nunca lo has dicho”.
El título era largo, pero es que no hubo forma de acortarlo como si de una URL abreviada se tratara. No se hubiera entendido. También diré, en descargo de los organizadores, que el inicial era mucho más largo. Hubo consenso previo vía correo-e y allí ya llegamos con la ropa interior limpia y listos para actuar sin perder tiempo en el clásico; “No, si lo que tú dices está bien, pero no es cierto” y entonces la gente se comienza a poner en plan “Sálvame de Luxe” y la cosa acaba mal.

Yo empecé bien, pero al rato uno del público se levantó y dijo; “Perdona, eso que dices está bien, pero a mi me gustaría matizar que …” y resultó que la conferencia la dio él y el resto del público, el cual se encargó de irle contestando, atropellándose unos a otros, como es casi normal en cualquier foro de opinión, serio,  que se precie de serlo.

Mas tarde, y entrando en detalles, resulta que la guapa Marina, que es la mujer del simpático Pedro, no se habla desde hace tiempo con una porque una vez a Marina le dijeron que la tal “una” se iba cachondeando de ella por los aseos y por los rincones del foro, cuando ella, La Marina, tuvo un problema con él, con el Pedro, porque se decía que decían que el tal Pedro se la pegaba con otras.

La Una, aprovechando el tema de la tertulia del día, se le fue a la cara de la otra, ayer noche, y casi en público, fue a pedirle explicaciones de por qué no le saludaba, a lo que la dulce Marina le puso al día de lo que a ella le llegaba por el conducto de atrás. La Una se desparramó en; “¿Pero que dices?” – y “eso es falso" de toda falsedad, mi virtud, y mi defecto, es que yo soy siempre muy sincera”

Al final la una y la Marina se fundieron en un abrazo - eso sí fue emocionante – Marina pidió perdón y se dieron dos besos mientras yo me comía un enorme plato de papas fritas que La Santa, que es la Directora de Zona, de mi zona, que siendo viernes noche, y sin cenar, me las fui poniendo una a una en la lengua, chupándolas como si fueran de azúcar moreno, hasta que tuvieron que darme una servilleta que me quitara el babeo y las lágrimas, mientras me consolaban: “¿Enrique, quieres más, te pasa algo...”.

Qué bueno está todo lo prohibido, ¿verdad?

Anoche aprendí, aprendimos todos, que la maldad de algunos, levantando falsos testimonios al estilo de los clásicos “dicen que ésta/éste ha dicho de ti ...”, que lo peor de todo no está en quien propaga esos oprobios, sino en quien los acepta como ciertos. La Una y Marina, por culpa de eso, se han perdido seis años de buena relación.

(****): Historia absolutamente inventada, o casi.

2 comentarios:

  1. No estpy de acuerdo con quien dice "el mundo es una m*****,etc.." el mundo no es que sea malo, hay personas malas en el y con eso tenemos que baquetear,,,,,,,por eso siempre he dicho que no exite el fracaso, sino cambios de camino. En fin, siempre nos quedará Paris!

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