El periodismo on-line y el del 94: ¿Cual es mejor?

03 mayo 2010

Recuerdo mis cafés madrugadores del 94. Por entonces comenzaba yo una nueva etapa profesional en Valencia, al frente de la División Inmobiliaria, Regional, de una de las mas importantes constructoras del país. Mientras no encontré una vivienda asequible donde dejar mis doloridos huesos, madrugaba cada día desde las seis para salir a las media de Alicante, para tomarme mi café en la Estación de Servicio de Ondara, y todo eso para acabar llegando a las ocho y media a la oficina en la zona del Palau, con todos los deberes hechos y sabidos. Me sabía el MIBOR, los males de Rita y a cuanto iban los pisos en Calpe, por ejemplo. Estar bien informado era, y es, una necesidad imperiosa para todo aquél que mantenga algún cargo de responsabilidad en cualquier lugar del espectro directivo profesional y/o laboral.

Pero el placer de sentarme en la terraza del Bar de la autopista acompañando la lectura del periódico/s es algo que nunca he olvidado. Me molestaba que alguien llegara antes que yo a la oficina, aunque eso me ha molestado siempre, pero, entonces, eso iba siempre acompañado de que nadie supiera de que iba nada de nada sobre los asuntos de actualidad, pues nadie había leído aún el periódico. “Qué putada, Enrique, tienes chófer y te puedes leer el periódico en el coche o en el tren, ¿verdad?”. Cosas así de lindas me preguntaban los más “amigos” que siempre estaban entre los de la Rama Constructora de la Compañía, siempre tan simpáticos ellos, no esperando ninguna respuesta mía, claro. No me podían ver. Éramos los de la Inmobiliaria, esos que viven de PM. La verdad es que vivíamos tan bien, que hasta vivíamos demasiado, me levantaba a las seis de la madrugada y llegaba a mi casa a las 12 de la noche. Fue una etapa de siete años, gloriosa donde las haya, aunque no me dejó muy bien las neuronas de mi salud, pues ya empezaba a presentarse mi hoy querida e inseparable compañera, la DFEH.

Yo me preguntaba siempre: ¿habrá algo mejor que sentir la satisfacción que da ir viendo como devoras las noticias, y estas a ti, como en un importante acto sexual, pero sin el placer final, propio del mismo, dado que el placer viene después?. Es decir, te enteras de todo y lo disfrutas, pero luego disfrutas mucho más contando a todos todo lo que has leído, para que vean que te lo sabes, como cuando el perro jefe de la manada levanta la cabeza a los demás y les dice; El Jefe soy yo porque sé mas que nadie.

Bueno, pues esa gilipollez, la de levantarse tan temprano para estar tan bien informado se ha ido a freír churros pues ahora ya somos todos hijos del mundo digital. Ahora te levantas y en los mismos calzoncillos puedes meter el móvil mientras te conectas a internet y lees todo lo que el mundo cercano, o lejano, hace, incluso sabes el tiempo que hace en el pueblo donde duerme tu Director General y desearle buen día con un correíto-e si ves que va a pasar frío.

Pero yo no puedo resistirme a ninguna de la dos cosas, es decir, me gusta tomarme mi café con mis contertulios de siempre y no dejar de abrir mi ventana informativa de internet. Por eso ahora lo más IN, (que no IM), que es llevarse el MiniPc portátil al Bar de toda la vida y con un USB de Red de cualquier compañía te conectas a Internet y vas comentando la jugada o la noticia con todo aquél que te lleve la contraria. Además es una putada de aúpa para los listos de siempre, esos que siempre saben todas las noticias, incluso las que aún no se han producido y que nunca se producirán. No se atreven a contar ninguna “trola”, te ven con El Asus10 encima de la mesa y se acongojan, piensan; “Hostias, éste, como yo le cuente una barbaridad aquí al personal, va y se lo mira en internet y me deja en bolas”. O sea, llevarse el Asus al café de las mañanas es el mejor invento de mi vida, hasta hoy; Me he quitado de encima a todos los Sénecas, Plastas y otros Vendedores e humo en el rincón y, por contra, hemos servido la noticia digital donde hace falta. 

Hoy hemos sabido que estaba “granizando en la otra punta de la ciudad a través de la red” y lo mas curioso, es que el periodista que lanza la noticia, anima a sus lectores a que le manden fotos, esto es la H. Nosotros somos la noticia.

Para terminar:

Si además te sale una frase de esas que hace que todos te miren con cara de que estás loco, o de que eres un Einstein, o un gilipolla, (nunca he sabido discernir muy bien sobre ese tipo de expresiones faciales, pero es muy efectivo), y dices algo así: “Cohonestar la vida de siempre con la on-line, es algo posible y muy necesario, NO SEAS CARCA Y ANÍMATE, el mundo digital no tiene edad”. Al final, como siempre, nadie me invita a café, todo el mundo se paga el suyo, como debe ser y se van por donde han venido a sus Misas. Agua paraguas y a soñar con la vida digital y con la otra, que como dice un buen amigo digital; “A la vejez dinero y mujeres”, y yo mujer, tengo y he tenido siempre, lo otro llegará, ya son muchos años de mala suerte jugando al mismo número y eso se va a acabar.

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