La Mala Educación y “¿que mundo le vamos a dejar a nuestros hijos?”

27 mayo 2010

    

      El mejor café con pastas del mundo, en el Bulevar de Miriam Blasco-03540 - (Gracias Pilar, por recomendármelo)

Premiaba ayer nuestro especial jurado, en el premio al mejor correo-e recibido del día, un artículo de Leopoldo Abadía que sin ser un especial santo de mis devociones, en el que ayer leí, lo bordó.

Por repetirlo muchas veces, no me cansaré de decirlo, pero lo peor es que yo creo que no se enteran, y me refiero a los padres y a los ya ahora abuelos, dejar algo a los hijos a costa de llevar una vida de privaciones y fatigas, pues NO.  Pero no por que sea un acto de egoísmo puro y duro, todo lo contrario. Educación, ejemplo  y Salud, ese es el patrimonio que se debe trasladar, lo demás es cosa de ellos. Nada mas querido que lo que nunca se ha tenido y ese es el lema, mi lema, no te gastes lo que no te has ganado ni des nada a nadie que no lo merezca con su trabajo.

Una chispa irónica y maliciosa, de uno del equipo de compañías matinales, cafetero como nadie, forrado hasta las cejas, padre de familia numerosa, divorciado  ya a sus cuarenta y asquerosamente de derechas, que al referirme a este asunto y después de aparcar nuevamente su Pijo Lexus, pues molestaba a un coche aparcado, me ha dicho: “Eres mas guarro que Nicanor que se lavó las manos y se encontró con que llevaba reloj.” – Claro, obviando hacerle comentario alguno a su estúpida broma, le he preguntado por la edad de sus hijos y no ha sabido contármelo, pero, claro, tampoco sabía en que curso estaban o en que Lugar del mundo del  Aprendizaje pululan. No he insistido, no hacia falta, he pensado: ¿para qué seguir?

De lo mejor del día, y una enorme alegría saberlo, ha sido comprobar que un buen amigo, joven padre y magnífico profesional, le ha gustado el artículo premiado y se ha atrevido a contármelo:

Enrique, totalmente de acuerdo, el capital mas importante es el humano.
Como no se sabe a donde vamos a ir a parar, ni que podremos dejar a nuestros hijos, el viernes le hice un regalo a mi hijo Sergio que aunque él, ahora, no le ve el sentido, se lo verá: UNA OPERACIÓN DE FIMOSIS

Aquí podéis leer el artículo de Abadía completo:

http://cajonsecreto.blogspot.com/2010/05/el-futuro-de-los-hijos.html

Os avanzo algunos párrafos:

En muchas conferencias, se levanta una señora (esto es pregunta de señoras) y dice esa frase que me a mí me hace tanta gracia: “¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?” Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya está crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir “¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?”

Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido: “¡y a mí, ¿qué me importa?!” Quizá suena un poco mal, pero es que,
realmente, me importa muy poco.

Pero lo fundamental es lo otro: los padres. Ya sé que todos tienen mucho trabajo, que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado. Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.


P.S.
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.

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