Mi primer Post, tercer aniversario

27 mayo 2010

Hoy hace ya tres años que inicié la andadura por este Blog que desahoga mis heridas y mis luces, y con ello se cumplieron todas las expectativas que me propuse, según me advirtieron: “si consigues pasar el primer año, ya no te desharás nunca de él, Enrique”

No es un asunto de soberbia, vanagloria u otra fina partitura de la clásica dieta que alimenta nuestro ego. Escribir en un Blog es algo distinto a lo que todo el mundo se cree. Escribir para uno mismo o para todos esos fantasmas que viven en nuestro interior, es la mejor forma de afrontar un  mundo imaginario en el que, sin saberlo, has vivido siempre y  al que aportas y vives de él, con todas las experiencias mas sentidas. Te pones delante del teclado y las letras caen sobre la pantalla sin darte cuenta formando palabras de las que no sabes muy bien como han acabado ahí. A veces leo mis artículos y pienso que no son cosa que haya salido de mí, parece imposible y a lo mejor es que eso es absolutamente cierto. Cuando escribes, las ideas y los sucesos fluyen en tu imaginación como si de un escenario real se tratara, todo es absolutamente cierto aunque nunca hayan sucedido, todo es absolutamente falso pero a lo mejor es lo que crees que debiera haber pasado.

De todo lo pasado por este Blog, me quedaría con todos los posts, pero seguramente los dos primeros fueron el verdadero trampolín que dio alas a mi imaginación: “Todavía en pie” y “La foto de mi nueva oficina, mientras hablaba de las tonterías de mi bici-estática”, son los dos mejores mensajes que lancé a mi otro yo para que no se creyera que se lo iba a poner fácil. Fueron y son, mi estandarte y mientras tanto ahí sigo, intentando robarle tiempo a la vida antes de que me pille esa que, inexorablemente, siempre nos atrapa, aunque nos de una vida de ventaja.

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