martes, 18 de mayo de 2010

La separación obligada: Un castigo adicional


18 mayo 2010

Una separación es siempre algo doloroso, tanto si son voluntarias como si son obligadas, por eso es mi empeño desde hace ya varios años y tras ver el dolor en muchas de las personas que se mueven en mi entorno por ello, en conseguir que estas se hagan, si es que se han de producir, en un acto motivado y bien meditado. Es mucho el mal que arrastra ese acto y muchas veces se producen tras alguna espontaneidad y en un acto absolutamente impensado y al amparo de nuestra soberbia, casi siempre. Luego, por no rectificar, ya se cae en la desidia de luchar por la reconciliación o por la negación al simple acto de pedir perdón. No lo diría si no fuera por los muchos que luego se arrepienten de esos arrebatos que les ha hecho perderse una vida feliz.

Bueno, ¿otra vez con lo mismo?, pues SI, seguramente no lo puedo evitar, pero son tantos los que veo arruinar su vida por ello que será por eso que no hago mas que recordarlo a todos y especialmente a los más jóvenes, aunque también hay mayores que cuando les entra cierto estado de tozudez, no hay quien los controle, y a esos, a los mayores, cuando les pasa …son los peores.

Pero hay también otro tipo de separaciones, las que suceden cuando dejas de ver a esos enanos que llevan en su mirada, sus gritos y sus suspiros, esa vida que se nos escapa y que ellos regeneran con su presencia. Mi “depre sordérica y rinítica” continúa y aún no sé cuando podré liberarme de sus ataduras, pero llevo dos noches pidiéndole al que organiza nuestras agendas que XD, que me arregle ya los zumbidos y los vértigos XF.






1 comentario:

  1. Como decia aquel sobre los ñiños, de pequeños te los comerias y de la mayores te arrepientes de no habertelos comido,,,,,,,jejeje
    Ahora en serio, deseo que te mejores pronto y que sigas acudiendo a tus comida-tertulias del "ROS".
    Un saludo

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