12 agosto 2010
Una historia de vacaciones:
Hacer el amor, follar, como le llaman ahora sin tapujos, siempre ha sido algo complicado, tanto por exceso como por defecto. Como hablaba con mi amigo Alberto, hace ya algunos meses, “¡jo, que putada!, nos tocó vivir la peor época para estas cosas”. Viajes a Perpignan y muchas emociones en seco, era lo máximo que el clero, y el vigilante del cine, nos dejaba hacer.
Qué lástima, a veces lo hablamos Maribel y yo, lástima de esa parte perdida de la juventud, en que las esencias del amor fluyen con esa fuerza y esa pureza que casi nunca vuelve. Claro, tampoco lo cambio por lo de ahora, especialmente por lo de aquí te pillo ……..- Eso me parece una salvajada solo comparable con las escenas nunca vistas del principio y final de “2001 Odisea en el espacio”, en las que los monos mostraban su peores instintos reproductivos.
Hace pocos días era Montse Z, en su Facebook, la que me hacía las delicias de mi imaginación con unas fotos extraídas en la naturaleza justo en el momento en que el mar se encuentra con la escarpada sierra en la Costa Brava Catalana, creo. La foto es inédita, se ve claramente en ella como las bestias se han quedado petrificadas haciendo lo mas puro que se puede hacer cuando se quiere a alguien sin reservas. Esa es la pureza que muestra la foto, pero claro, siempre hay algún amigo que te vuelve a la realidad cuando le has mandado, con buena intención y mejores frases, la foto.
Bajo el título de la esencia histórica del amor, le mandé esta foto, ayer, a un buen amigo del gremio, de mi edad, claro, y ¿sabéis lo que me ha contestado? - “Es verdad, tío, están follando como locos, que pasada” – O sea, la gente de hoy estará traumada, pero los de la nuestra era …
LAS OLAS Y LAS OLAS HUMMM
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