De abogados …….

Este post es un homenaje a todos aquellos empleados que son despedidos con innecesarias malas artes, en las empresas que pierden todo su estilo y dignidad, (si la tienen), al hacerlo de esa manera, pues aquí no se cuestiona el “porqué”, sino el “como”

02 septiembre 2010

“Enrique, a mi me despidieron vilmente, no me liquidaron el Bonux, me discutieron hasta la antigüedad y, además, presentaron documentos falsos para no pagarme. Que suerte tuviste, Enrique, tú te marchaste antes de que estos golfos fueran a por todos nosotros. Se buscaron un abogado carroñero y se liaron a tratarnos como cerdos. Ahora ya no está ni el jefe de RRHH, José Antonio,  ni el Abogado externo que contrataron para esa tétrica labor, un abogado muy famosillo, un tal Salas Martín ”.

Así empezaba mi mañana de hoy, andando tan feliz estaba con mis festividades del día, cuando se me apareció uno de mis mas queridos ex compañeros , (de vacacio0nes hoy por aquí), para contarme la historia que yo ya conocía, desgraciadamente. Es curioso pero yo debo decir, en un afán de solo acordarme de lo bueno, que en Metrovacesa viví una de las etapas mas felices de mi vida profesional.

No sé si siempre es bueno andar de “abogados” para resolver los problemas, pero cuando las empresas meten mano a los de la cúpula del mal, es decir, a los “mejores” de ellos, es mejor pensar en otras cosas para no tener que hacerlo de su antecesora con saña.

Una de las grandes, Metrovacesa, se metió a defender los despidos improcedentes del 2008/9 con uno de los de la élite que dejó a la compañía donde nunca tuvo que estar. Cuando un abogado se convierte en carroñero es indeseable hasta acordarse del nombre por muy Salas Martín que se llame. Claro que como dice un buen amigo, también jurista, “los abogados solo hacemos lo que nos dejan hacer”.

“¿Enrique, y tú que tal vas de lo tuyo?” – Ante una pregunta así solo se me ha ocurrido salirme de ella con un chiste a la vez que saboreábamos un buen café:

Murió un Ingeniero y se fue a las puertas del Cielo.
Sabido es que los Ingenieros por su honestidad y don de gente siempre van al cielo.
San Pedro buscó en su archivo, pero últimamente andaba un poco desorganizado y no lo encontró en el montón de papeles, así que Le dijo:
'Lo lamento, no estás en la lista, no te puedo dejar entrar, vas a tener que ir al infierno'.
De modo que el Ingeniero se fue al infierno. Poco tiempo pasó y el Ingeniero se cansó de padecer las miserias del infierno, así que se puso a diseñar y construir mejoras.
Con el paso del tiempo, ya tenían ISO, SAP, monitoreo de cenizas, aire acondicionado, calderas automáticas, inodoros automáticos, sala de máquinas, programas de seguridad y prevención de accidentes, escaleras eléctricas, redes de comunicaciones con fibra óptica, programas de mantenimiento predictivo, sistemas de control field bus y Hart, sistemas de control de acceso mediante huella digital, Wi-fi, I-PODs, etc.,
Un día Dios llamó al Diablo por teléfono y le preguntó:
'¿Y que... cómo andan las cosas por allá?'
¡¡Estamos de puta madre!! Contestó el diablo... Estamos certificando ISO 9000, 14000,18000, 21000, tenemos sistema de monitoreo de cenizas, aire acondicionado, inodoros con drenaje por sensor infrarrojo, escaleras eléctricas con control automático de carga, equipos electrónicos para ahorro de energía, Internet inalámbrico, etc. Hasta tengo mi propia página de Internet.
Dios preguntó entonces ¿Queeeeé ... acaso tienen un Ingeniero allí?
El diablo contestó... Si, ¿Por?
¡¡¡NO PUEDE SER, que hace ahí un Ingeniero!!! Los ingenieros siempre van al cielo
¡Me lo mandás inmediatamente!
¡Ni en pedo! Dijo el diablo..........Me voy a quedar con él eternamente'.
'Mándamelo o... ¡¡TE DEMANDARÉ!!'
Y el Diablo se empezó a cagar de risa

¿Ah Siiiiiiiiiiiiii? Y ¿DE DÓNDE VAS A SACAR UN ABOGADO?.

PD: Debo decir que Sí conozco a un sinfín de magníficos abogados y que nada tienen que ver con los que aquí, en serio y en broma, se refieren. Cualquier día haré pública, aquí mismo, mi lista de favoritos.

+PD: Todos los nombres relacionados en este post son pura ficción, por muy reales que parezcan

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enriquetarragófreixes