lunes, 25 de octubre de 2010

Nubes grises


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Nubes grises, originalmente cargada por etarrago.
25 octubre 2010

Pues NO, no me apetece nada oír que el Pepiño diga que al Rajoy se le ve el plumero, al que más, o que se alabe de modo desmesurado a un tío tan poco deportista como el CR7, que no por buen futbolista, que lo es, será y seguirá siendo un mal icono para nuestros jóvenes.

Pepe, el cafetero de hoy,  vuelve a sus llantos con lo que de no hay trabajo, no hay subvención, ni hay quien valga un duro para él, para que le arregle la vida que nunca ha sabido ganarse. Así todos los días y desde hace ya casi 5 años, justo desde que lo echaron de una empresa de Construcción. donde era, sin ningún título, jefe de obra de los de la escala auxiliar, cosa que junto a su empeño por la copa de mas y la de meterse en las faldas de cualquiera, le ha llevado a él solito hasta aquí.

Pepe no quiso estudiar, terminó el bachillerato en el 63 y se metió a poner ladrillos en el entorno del oficial en una obra, luego, como era un guaperas, preñó a la chica de su vida para abandonarla casi a continuación. Luego, a los 18 se fue a Francia a hacer de lo que sea, volviendo a casa a los 26, con dos hijos franceses y una negra del Senegal que acabó dejándolo para trabajar en el PanAms en la Barcelona golfa, justo cuando Franco empezó a decirnos adiós para siempre.
Mas tarde, en el 78, Pepe se vino a Benidorm a colocar ladrillos que por entonces empezaba a pagarse muy bien, se lió con una señora rubia de Bilbao, con pelas, y montó una empresa constructora que, lógicamente, arruinó a los dos años. Casi a continuación se dedicó a pringarse con el lodo del macarroneo, o algo parecido y se acabó tirando a toda la Jet-Hembra de la zona que se preciaba de serlo. En los 80 montó un bar de señoras en Castellón y en el 92 se metió a encargado de obra en FCC. Allí aguantó ocho años, hasta que lo echaron, no por vago, sino porque era un desastre como persona.

Ahora, Pepe, a sus casi 62, no tiene un duro, está jubilado con una paga de mierda y no para de decirnos lo mal que está todo y lo mal que lo hace casi todo el mundo. Aquellos que no lo conocen pudieran pensar cualquier cosa, habla bien y es convincente. Es un ligón y un embaucador nato y se hace oír. Quizás por eso os he contado parte de su azarosa vida, para que entendáis que no siempre tiene todo el derecho y la razón del mundo el que mas se queja.

A Pepe, los amigos de café le llaman, llamamos, Pepe el “NubeNegra”, pero no nos da pena, nos da lástima, quizás sea cruel, pero es así.


Nino, el chico de Pedro, el de Cartagena, le dice: ¿Papá por qué aguantáis a ese hombre?, todos los días igual, con ese rollo barato de falso mártir postnazista, mandarlo a paseo de una vez, ¿no os parece?

A mi, Nino, ese chico ya no tan joven, pues ya habrá cumplido los 19, cada vez me parece un chico más válido y a lo mejor se por qué. Quizás sea porque se levanta a las 6, abre el bar y pone en marcha la cafetera y para cuando llegan su padre y su madre al bar, él ya tiene hasta los platos del café listos para servir con su azucarillo y su cucharita, el aire abierto y las mesas limpias. Ah, y lo más importante, estudia para Electricista de 6 a 10 de la noche, le queda un año para ser un profesional y lo más, más, es que no se queja nunca de nada y encima, nos ríe las gracias a casi todos, a todos menos a Pepe pues lo tiene fichado, dice. Viéndole a él creo que si bien nosotros no somos nubesnegras como Pepe, sí somos algo de nubesgrises, o eso me parece.


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4 comentarios:

  1. Gracias, Enrique, por contar sin "acritud" la historia de un hombre que, por lo que apuntas, no ha encontrado su propio equilibrio y ha hecho culpables a los demás de sus propias decisiones o indecisiones.
    A mí me viene muy bien leer estas verdades, para que no se me olvide nunca que todos somos igual de humanos que Pepe y que si queremos sentirnos bien con nuestra propia existencia, nos toca hacer como el hijo de Pedro. Trabajar bien, callar casi siempre, mirar y escuchar para aprender y . . . recordarnos todos los días que la vida que tenemos es un regalo.
    Un abrazo de Prudencio

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  2. Como siempre digo, lástima que es ocasiones nos pasemos parte de la vida lamentando lo que no hemos hecho y esperando que llegue lo "porvenir" sin darnos cuenta que el momento presente es lo que cuenta realmente.

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  3. Así es Prudencio, esa es la lección que hoy he recordado.

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  4. Vive hoy lo que no sabes si podrás vivir mañana. Eso sería lo que me quieres decir, y tienes razón, argy. Lo peor, aún sin quejarme de nada, o de casi nada, es no haberlo sabido mucho antes.
    Un abrazo

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