sábado, 20 de noviembre de 2010

10 Meses sin cobrar, con un par



Una fiesta nada que ver con el texto, claro, pero ...

20 noviembre 2010

Hola, Enrique, tú que te llevas tan bien con estos de la corbata azul, ¿no podrías echarme una mano?” – Oye, eso no es del todo cierto, pero dime – “Resulta que mi hijo, que vende servicios informáticos al Ayuntamiento de Madrid, lleva diez meses sin que le paguen una sola factura de las que ha presentado y, aunque no parezca mucho, para él, 38.000.-€ es mucho. En la oficina son solo tres, dos compañeros y una chica que les lleva las cuentas y atiende el teléfono. Pagan los gastos y a la chica, pero están en el límite” – ¿Y que puedo yo hacer? – “Pues hablar con los de aquí para contarles lo que pasa y por si pueden ayudar

La conversación ha durado un buen rato, ves a un padre impotente intentando conseguir que le paguen a su hijo lo que le deben y solo eso. Qué triste. Un Ayuntamiento tan importante como el de Madrid arruina a sus propios proveedores. El Ayuntamiento se ha pasado de presupuesto a lo bestia, eso ya lo sabemos, pero el que lo puede arreglar va y dice, para joderlos, que ese es su problema y que su deuda es inadmisible. Al final el que paga es el pobre proveedor, profesional o empresario, que ha decidido emplear sus esfuerzos para atender las demandas de la Administración. Son el último mono, a la hora de cobrar, son una mierda en una jauría, no son nada.

Con un: No se te ocurra publicarlo en tu blog, mi amigo ha comentado que lo que debiera hacerse sería “dejar al Alcalde, a los Concejales,  a los mil asesores de designación directa y a todos los funcionarios, durante diez meses sin cobrar y así vivir, sin cobrar, hasta que el Ayuntamiento tenga superávit. ¿Por qué no lo hacen ellos? ¿por qué no se aplican la misma medida contra ellos mismos? – Es todo tan absurdo, Enrique, que dan ganas de salir a la calle como hacíamos en el 66, ¿te acuerdas?” – Como no voy a acordarme, nos daban de hostias hasta en el mismo DNI, tanto que hasta nos gustaba, no conseguimos mucho pues el tal opresor solo nos dejó en paz el mismo día que  murió, que ese era un día como el de hoy de 1975. ¿Qué cosas? Entonces nos atrevíamos a hacerlo, hoy no. Manda huevos, ¿verdad?, o es eso, que ya no hay.

Yo me voy a emborrachar de café y de templanza, a ver si así ato mi alma a una estaca, como hacia en los 60.
Feliz sábado a todos.

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