sábado, 20 de noviembre de 2010

Viernes la Nuit, un placer sensual para unos y sexual para otros




20 noviembre 2010

Es verdaderamente impresionante oír los gritos y gemidos de mi vecina a eso de las dos y media de la madrugada. ¿La estarán matando? – No, Enrique, no, no ves que están en lo suyo. Mas de diez largos minutos de gritos y gemidos son el premio a una buena labor que realiza el compa de mi vecina mas de vez que de cuando en cuando. Da cierta envidia, en parte, y por otra da una risa tonta de cuyas consecuencias no me atrevo a referir, pero en fin, o el tío es un máquina o ella es la virgen del amor hecho carne. ¡Qué potencia, DM! – No hay día sin hacerlo, ni lugar que les importe. El problema, fundamentalmente, es que las paredes están construidas con no se qué material que parece un queso de gruyere o quizás sea el que se utiliza en los separadores de los sex-shop, el caso es que un gemido allá es un grito aquí.

Pero eso no era nada si la noche no hubiera sido un poca mas larga de lo habitual. Un enorme trauma respiratorio que ya dura mas de tres semanas acaban con las reservas de calcio de cualquier ser normal, pero a mi me basta con mi acetilcisteina para seguir viviendo y soportándolo. Cada vez que llega el frío, ¡zas!, resfriado que te pillo, moco agua, luego verde y luego blanco, que asco, sí, pero te animas, te ves mejor, le pegas al Bacardi-Cola con hielo, como un chiquillo, vuelves a estornudar y, anda ya, a empezar otra vez el ciclo fatal. 

Ayer la charla nocturna se centró en la bondad de tener abuelos para que te críen los hijos, es una gozada, si tienes a un abuelo en tu vida puedes seguir haciéndolo casi todo. Puedes trabajar, salir de noche y hasta ir de viaje a no se donde, pero eso sí, te los tienes que llevar, a los abuelos,  aunque sea con su coche. Es que el amor que demuestran los hijos para que sus padres disfruten de sus nietos es verdaderamente enternecedor, ¿Verdad Tere?

Ver al Alcalde de Benimousine, que ayer se trajo a la conferencia a su bella y recién casada Princesa, como se le caía la baba por toda la camisa en un alarde de enaltecimiento del ego paterno en modo excelso, solo comparable con el de su bella Carmen que no hacía mas que ir a buscar toallas para quitarle el babeo al Alcalde, el cual, y por cierto, ayer tenía un rollo serio enternecedor, lo cual lo hacía, todavía, más humano, más que nunca. Relatar el amor del padre hacia  los hijos es algo que debiera estar “prohibido de contar”, es malo para el corazón, aunque, eso sí, buenísimo para levantar el espíritu de propios y ajenos. Una bella estampa. A mi, mi hijo, que también estuvo ahí, hace ya dos o tres años, me dijo: “¿Papá, como podéis venir aquí y no morir en el intento?, con este humo, con este ruido infernal, con esos temas tan ácidos que tratáis, …..”. No le gustó.

Luego ver al Angel de la Noche emulando a los mismos del paraíso con sus canciones en off y al sensato Soriano, el termómetro de la economía, allí, todos juntos, derrochando alegría y felicidad, es algo inenarrable. Marina lucía un nuevo modelito en un nuevo intento creativo que hace que la admire y la admiren,  como a nadie. Sus serios y agradables comentarios de bienvenida, los de Marina, son de lo mejor de la noche, Pedro estuvo algo más apagado, al menos no le vi ni preguntar, ni cantar nada, ayer.

El sube y baja de la mesa de las ponencias me agota cada vez más y pasada la tertulia a la zona del baile, copeo, tapeo y vicios,  noto que, definitivamente y sin duda alguna, me estoy haciendo mayor. Levantar los brazos ya no puedo, el Rock and roll ya no es para mí, las piernas parecen de madera, pero no por eso dejaré que me consuman sus termitas. Las rampas son ya como las de los misiles, largas y ruidosas, pero las mantengo en pie y las derroto como debe ser, con mucho cariño y sin gritar.

El del ruido, Jaime, cuando ya me vio vencido, decidió regalarme con una de las mías a la vez que me decía: “Toma, Enrique, una de las tuyas, … hay que ver, quien nos ha visto y quien nos ve…


Los Blogs de Enrique 

4 comentarios:

  1. Todos hemos tenido alguna vecina asi.......en la casa que ahora abandono recuerdo al Italiano que vivia encima (me refiero al piso de arriba). El tio se lo montaba cualquier dia de la semana dado que tenia una extraña profesión qu le permitia vivir la noche con sus multiples ligues. Recuerdo con nostalgia (y un huevo!)el ruido del somier (menudo rata, parecia el que tenia mi abuela)ñec,ñec,ñec,,,,los gemidos, el ruido y los movimientos cada vez más rápidos, el extasis final, las pisadas hasta el baño, el ruido del agua del bide (chop,chop...) nuevas pisadas y al catre a dormir,o no.
    Luego uno hacia lo que podia, en ocasiones hasta dormiamos y todo..

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  2. AY, ARGY, LO QUE TENEMOS QUE SUFRIR LOS BUENOS VECINOS. La culpa, como siempre, la tiene el que hizo la casa y de eso ya se un poco. Siempre he tenido vecinos ruidosos. Cuando hicimos Monteymar fase 2, en el 85, (Frente a El Barco), nos quedamos con una de las viviendas en la planta 15, allí las medianeras con mis vecinos las hice doblar con una chapa metálica de 10 mm para evitar ruidos y eso lo conseguí, pero no pude escuchar nunca radio alguna en el interior de esa casa, solo en la terraza. Aislado SI, pero no es necesario que se acorace.

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