“Mañana no vengas, estás despedido”

8 noviembre 2010

Las cosas están mal hijo, mira el niño de Paco, a sus 38, está en la cuerda floja, el despacho de arquitectura donde trabaja anuncia su cierre en Enero si no se anima el mercado de inmediato. La Diva de Elx, que es una tía que vale muchísimo está de cosas de rutina carga y limpieza, esperando un mundo mejor. El hijo de Pepito, a sus 31, de encargado de fábrica y un futuro laboral inmejorable ha pasado al paro pues la empresa está para cerrar. Los empleos son una verdadera mierda hoy por hoy, nada, ni nadie, está seguro en un empleo, la moral es la que se puede suponer a quien así tiene que afrontar su jornada laboral un día sí y otro también, como si estuviera en el corredor de la muerte laboral, claro.

No, papá no, yo no quiero trabajar para nadie yo seguiré siendo autónomo hasta que me muera y me dejen, yo solo quiero depender de mi iniciativa, de mi trabajo y de mi riesgo. Ahora tengo un par de ideas en marcha y solo falta que la P crisis levante la bota de las inversiones y me deje respirar un poco y si no, pues  algo haremos, todo menos esperar a que alguien me diga eso de: “Mañana no vengas, estás despedido”.

No me puse a llorar porque ya soy algo mayor para que esas cosas puedan afectarme y porque nosotros, los que nacimos justo a la mitad del siglo pasado tenemos bastantes cicatrices en el alma y en el cejo de las visiones olvidadas del mundo laboral. Estuve a punto de ponerme a aplaudirle, pero pensé que se me notaría, al final opté por darle un gran abrazo a la niña de mis ojos que se había quedado conmigo y le dije: “No te preocupes niña, tu padre os llevará hasta el fin del mundo, con viento o sin él, no os preocupéis, el futuro es él y el de tíos como él”.

Cuando mas bajo estás siempre hay alguien que te ayuda a subir. La suerte es de aquél que tiene a ese alguien cerca, muy cerca.

  

Feliz semana a todos y especialmente a los de Madrid que llevan un acueducto a cuestas hasta mañana por la noche.

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