"Cómo le voy a decir que no a un político"

21 noviembre 2010

Hace ya unos días estuve leyendo las declaraciones en El País de nuestro amigo Enrique Ortiz, que no es otro que el constructor alicantino mas famoso del siglo XXI, el cual, habiendo sido la envidia de todos sus colegas, por sus manifiestos y ostentosos logros, está ahora manifestando algo que me suena a la historia de mi vida.

Tengo el artículo en un cajón de la nube-e desde que lo leí, sin saber que hacer con él, sin saber si lo que tengo que hacer es lanzarlo al fuego depurador del olvido o lo pongo en el altar de los chicos del coro que todo lo logran cantando y contando.

Leo y releo el artículo y me pongo a pensar si eso que dice que hace y que ha hecho siempre, cuando habla de como ha llegado al poder, de como tienen tanto suelo o de como se hacen favores a los políticos cuando te lo piden, si es eso un pecado mortal o solamente uno de esos de tres padrenuestros.

Hablar del reparto de las adjudicaciones de las obras públicas, de los gastos de actuaciones Públicas, sin trámite administrativo, en las noches electorales, las obras sin presupuesto oficial y todo eso que él, tan ciertamente habla, solo lo saben unos cuantos y esos, lógicamente, tienen derecho a su parte del pastel, aunque nos duela y mientras las cosas se puedan seguir haciendo así, es decir, se sigan haciendo con políticos poco sensibles al altruismo, que tienen las llaves de la caja y no necesitan firma alguna de la oposición política para abrirla, por ejemplo.

Y yo me pregunto: ¿No es eso  lo que realmente han/hemos intentado todos aunque no todos lo hayan/hayamos conseguido? – ¿Entonces por qué se mantiene todo el mundo quieto-callado sin decir nada en su favor? – La verdad es que creo, después de mucho meditarlo, que la gran diferencia en la actitud y forma de pensar de EO con la de los demás, es, simplemente, que él ha conseguido el éxito y el favor de quien administra y los otros no.

Pero al final y como siempre, tendrá razón mi amigo el valenciano de Alcira: “Enrique, no te compliques la vida en entenderlo, ni en defenderte, no hay hombres infieles, solo lo son aquellos a los que pillan siéndolo. Pues con la gente del ladrillo pasa igual”

Bueno, no será todo así, tan agrio, tan pragmático, o eso quiero creer. A mi no es que me fuera mal, pero seguramente no me fue mejor por dos únicas razones: Por mi incapacidad para hacerlo mejor o la de  saber escaparme y rechazar el involucrarme en los asuntos de “alto riesgo de salir en el papel prensa”, pues hay cosas que se ven venir y el que se ha metido y luego ha salido en la foto sabía, perfectamente, donde se metía.

Por todo eso que cuento, o mejor dicho, que no cuento, puedo rezar que hay unos políticos que quiero mucho más que a otros y al que más, la joven alcaldesa que dirige la ciudad de Alicante de mis amores con la que coincidí en mi actividad profesional con la de su etapa de Concejala de Urbanismo a la que nunca negué nada, ni nunca  nada me pidió que yo le pudiera negar. Un ejemplo de mujer y de clase política naciente que espero nunca me defraude.

En cualquier caso yo sigo creyendo que, muchas veces, las cosas se pueden hacer igual, pero además se pueden hacer bien. Es cuestión de matices y como decía mi Capitán de Pontoneros en el 70: “Enrique, en el aprovechamiento del éxito estará la verdadera dimensión de tu victoria” – Visto lo cual, me atrevo a creer que el matiz que imponen algunos a sus actos será ése, el de pasarse en lo del aprovechamiento del éxito, tanto que al final matan la gallina de los huevos de platino como ha sido nuestro embrujado urbanismo territorial de la década 95/05 y nuestro territorio, claro, a éste le costará mucho reponerse de sus actos.

Dejo aquí el link del artículo al que me refiero en este post:

http://www.elpais.com/articulo/reportajes/le/voy/decir/politico/elpepusocdmg/20101114elpdmgrep_6/Tes

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