¿Inocente yo?

                        

28 diciembre 2010

Cuanto me gustaría que volviera, en el estado mental de todo mi mundo, aquél en el que todos creíamos que hoy andaban por la calle miles de inocentes a los que se les podía colgar un muñequito en la espalda, una toalla mojada sobre la puerta entreabierta en el despacho de tu profesor de química u oír como se contaba alguna “trola” descomunal en cualquier medio de comunicación sin que nadie se diera cuenta. Éramos unos verdaderos inocentes y al día siguiente nos maravillábamos de saber que eso de que Kubala iba a fichar por el Madrid no era cierto o que la fiebre amarilla no era rosa como habían dicho en la primera plana de La Vanguardia.

Pero dentro de tres días se producirá otra de esas grandes inocentadas de mi época: El día 31 próximo era el día del “hombre de las narices”, (l´home del nassos), en el que mi querido Avi, Enric, me contaba que me fuera a buscar a un señor que andaba por la calle que tenía tantas narices como días tenía el año, es decir, realmente lo que había que buscar era a un señor con tantos días como le quedaba al año, pero eso son cosas del idioma y de la tierna infancia. Yo salía como un loco a buscarlo y claro tardé muchos años en entender la “gracia” de mi Avi, y cuando digo muchos son demasiados. Era, éramos realmente inocentes. Lo que me pregunto es donde ha quedado esa inocencia y por qué razón la hemos perdido. ¿Es eso lo que se llama, sarcásticamente, “ley de vida”?

“A medida que te haces mayor te vuelves desconfiado, Enrique” – Sí, ya lo se, lo que me pregunto es por qué y si yo queriendo haber sido inocente toda mi vida, ¿como no he logrado serlo? ¿Quién me ha hecho tan mal pensado? - A lo peor mi inocencia aún existe, pero se manifiesta de otra manera, bueno, eso ya me gusta más y me gustará aún más creérmelo, ¿verdad? – A lo mejor, la inocencia, a fuerza de invocarla, conseguimos reinstalarla en la mente de muchos, solo será cuestión de que nos hagamos todos un poco mas pequeños en todos los sentidos.

Feliz Día, INOCENTES.

 

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