15 diciembre 2010
Esta entrada es un homenaje a mi amigo, tocayo, excompañero y asturiano como nadie, el mejor, sin duda, de todos los que conozco. Es un tipo excepcional. Enrique es de esas personas que todo el mundo quisiera tener como amigo, aunque sea en la distancia como es mi caso. Compartir un buen pan con tomate, un solomillo y un vino astur, todo a la vez, mientras meditábamos en como putear al jefe, fueron nuestros enlaces. Ahora, para mi es siempre una alegría que me llame o me escriba-e, para mi esas cosas, las sencillas, son las que intento meterme en la maleta y en la cama, hoy y mañana, si puedo.
Enrique me ha mandado un chiste que no por conocido deja de ser como él, viejo, a pesar de su juventud, y bueno como la leche de su tierra y como él. Gracias Tocayo, me encanta conocerte y aunque sea cierto, no se me olvidó quererte.
Dos amigas se suben al tren en Sama con destino Gijón. Una de ellas encuentra en su asiento una revista de Interviú, se pone a ojearla y observa que en las páginas centrales en lugar de chicas desnudas hay chicos despelotados. Asombrada le dice a su amiga: ¿Mira esti?, ¡va ya rabu que tien!. ¿Y esti otru?, ¡vaya cipote!. ¿Y esti ?,¡vaya mangu!. Mi madre.......La amiga un tanto avergonzada le dice:¡Ay fia!, ¡Vaya ordinaria y aldeana que yes!Esta le responde:¡Ay madre! ¿Por qué?.Porque no son: rabus, ni cipotes, ni mangus. Son penes.Y esta le responde: ¡Penes!. Penes serán pa tí. Pa mi son alegríes.
jajajaja muy bueno!
ResponderEliminarGenial
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