02 diciembre 2020
Me acerco y veo que sus ojos dormidos reflejan ese dolor que tanto fluye en las tormentas de lo interminablemente bello y eterno. Es la historia de dos vidas en una, unidas por un invisible hilo que hace que su amor sea inmortal.
Sentir cada día su cara y su nariz junto a la mía, su calor y su frescura, sentir sus frescos labios junto a los míos y el sueño hecho realidad de una prodigiosa vida junto a ella. Ser feliz, ser amante, ser y querer, sentir. Nunca nada fue mejor, ni lo mejor nunca fue ni esperado, ni soñado.
Pensé que soy un tipo con suerte, con vida, con ilusiones. Dijo Albert Camus: "En el apego de un hombre a su vida hay algo más fuerte que todas las miserias del mundo".