martes, 25 de enero de 2011

¿Alemania? ¿Debo irme hasta allí, Papá?






25 enero 2011


Tomar café con los amigos es un arte caucásico y, a veces, hasta Siberiano. Tienes que pedir que pongan la calefacción porque la solución del carajillo, todavía, no pasa por mis deseos matinales. Miras a tu alrededor y ves al personal juvenil con un mar de dudas y quizás lo sea porque el listón del nivel de vida de hoy es muy diferente a los de 60 ó 70 que fue cuando nos tocó a nosotros decidir el asunto. No es que hoy sean menos lanzados que lo éramos nosotros, es que saltar al vacío, si el león viene detrás, apretando, es más fácil.

¿Enrique, es lógico que me diga mi padre que lo mejor que puedo hacer es irme a ejercer a Alemania? – Niño, a mi no me preguntes, yo siempre fui un navegante en busca de la tierra prometida profesional y lo conseguí. “Fotre, Enrique, dejar aquí a la piba, a las largas  noches de los jueves con los del museo anónimo o el internet en casa de los viejos …., buf” – ¿Necesitas irte, chaval? – Pues NO – Entonces ni te entiendo, ni lo entiendo, venga dile a tu padre que me ponga ya el 80/20, que me estoy helando.

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