26 enero 2011
Cuando el alma se marcha en dirección a determinadas eras de tu vida, los ojos se llenan de lágrimas virtuales cuando captan aquellas escenas en que la puerilidad y cierta dosis de inocencia, movía nuestras esperanzas democráticas en busca de la soñada libertad de expresión que nunca habíamos conocido. Era un mensaje y un objetivo que nos unía y nos hacía fuertes, libertad, libertad, se nos llenaba la boca de ella a la hora de hablar de cualquier cosa, no importaba el lugar, ni el foro. A nosotros, los del 49, nos tocó vivir la parte mas ligth de la postguerra y por eso, seguramente, fuimos mas atrevidos que nuestros antecesores. Entonces había razones para iniciar una transición política que por deseada y necesaria se hizo relativamente fácil de conseguir a la muerte del dictador, el cual a modo de Cid Campeador mantenía con su figura los Restos del “Movimiento Nacional” que lo sustentaba. La transición se hizo de modo ejemplar y Europa no se lo creía, pero los políticos de aquí supieron unirse para ello, unos salieron de debajo de la mesa y otros se atrevieron a creerse que saliendo no les iban a hacer un traje de madera lo cual, sin duda, tuvo su mérito. Por tanto, sin grandes dificultades, la Transición Política en este País fue un éxito inesperado, ejemplar e incruento.
Pero hoy las cosas han cambiado. La Clase Política Nacional no ha sabido mantenerse a la altura del pueblo que les vota y ahora, esa clase política que tenemos, es la mas repudiada, devaluada y despreciada de cuantas se conocen en la historia de este País. La Fuerza de las nuevas TIC, (internet en este caso), ha puesto en evidencia sus privilegios a la hora de hablar de la desigualdad que se produce en el asunto de sus sueldos y las pensiones, por ejemplo, entre ellos y el resto del mundo. La misma fuerza ha conseguido el inicio de la democratización de Túnez y de modo preocupante para la zona, esa misma fuerza está intentando hacer lo mismo en Egipto.
¿Papá, como van a cambiar ellos, los políticos de hoy, las leyes que protegen sus privilegios y el mismo acceso a la política, si son ellos mismos los que lo tienen que proponer y aprobar? – Qué mal lo hemos hecho, hijo, ¿pero, acaso, hemos creado una casta invencible?
Veo al personal cada vez mas tenso a la hora de hablar de sus políticos y de los privilegios que disfrutan. Algunos como Rosa Aguilar y hasta el mismo Bono han comenzado a apuntarse al carro del “yo no he sido” y eso es ya todo un síntoma de que las fuerza de las TIC, que, de modo absolutamente libre actúa a sus anchas por la red, les ha “tocado”. Cuidado que al amparo de La Aldea Global y con la fuerza de las nuevas TIC, cualquier cosa es posible y una pequeña llama organiza un incendio en menos de lo que muchos se creen, Túnez y Egipto son un ejemplo a temer y/o a proponer como solución de futuro para aquellos que se sientan impoltronables.
“Oye, Enrique, no estarás hablando en serio, ¿verdad?” – No sé, a lo mejor es solo un mal sueño que he tenido esta tarde mientras pensaba en aquellos viejos tiempos de “que volen aquesta gent que vénen de matinada”
Cuando se agotan los argumentos, a lo mejor tienes razón, debemos pasar de los abstracto a lo concreto. No dejo de pensarlo.
ResponderEliminarComo siempre, magnifico articulo.
Gracias, argy, pero solo ha sido un sueño.
ResponderEliminarCada vez me alegro más de acercame más a mis sueños,,,,me encanta hacerme mayor y dejar atrás complejos que el tiempo me ayuda a superar!
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