17 mayo 2011
El sistema es que tiene poco de eficaz y hasta se podría decir que es falaz, asquerosamente estúpido y absolutamente inoportuno. Ayer, en un alarde de ejemplarizar a determinada parte de la población que olvida sus obligaciones paternas “La Audiencia de Valencia ha condenado a un matrimonio por el absentismo escolar de sus hijos desde que éstos contaban con 5 y 6 años, llegando a faltar a clase uno de ellos hasta un 67 por ciento durante uno de los cursos”, pero, claro, esta sentencia se produce por algo que sucedió, comenzaron a suceder, en el curso 2001-2002, es decir, hay que esperar nueve años para decirle a un padre que debe preocuparse del quehacer diario de sus hijos. Absurdo e inexplicable como gran parte de toda nuestra máquina judicial en la que, curiosamente, nadie cree, todo el mundo piensa que se manipula desde el poder y que además es lenta, o sea, lo tiene todo, lenta, injusta, influenciable e imprevisible.
Anoche discutía con unos amigos-e sobre el movimiento antisistema que se está generando esta semana en Madrid, en Valencia y en otras ciudades de nuestra geografía, por jóvenes de muy distintas procedencias, hartos del actual proceder de gobernantes y políticos en general, ante la pasividad de una sociedad que no hace nada para revelarse por ello. Ayer noche fueron duramente reprimidos, otra vez, por la PN, en Madrid, mientras en Valencia pasaban la noche en una mas racional convivencia con los Municipales. Ya dije hace poco aquí que ignorar estas protestas es lo mas parecido que hicieron los gobiernos del norte de África, recientemente, es decir, cometer una tremenda estupidez, el personal está que se sale y el que cree que tiene poco que perder empieza a “contárnoslo” a su manera. Mi sugerencia, igual que ayer tímidamente lo hacía el Presidente de Las Cortes, es la de no cerrar los ojos, ni los oídos, a este tipo de movimientos, cada vez mas solventes, por cierto, y por tanto, como sugerencia también, diré que el líder político o social que antes se apunte a ese carro, antes llegará al nuevo horizonte que tarde o temprano tendrá que llegar.
Los pilares de nuestra civilización son tres, como sabéis: Contrato, Familia y Religión. Cuando lo escribo oigo un extraño eco y me cuesta hacerme la pregunta siguiente: ¿Existen aún?
Enrique:
ResponderEliminarLos que en Madrid quemaron contenedores, rompieron escaparates y mobiliario urbano y se enfrentaron a la poli, no eran unos angelitos precisamente.
Los ví y eran los típicos guarros revienta-todo disfrazados de okupas y que nada, te aseguro que absolutamente nada tenían que ver con los que se manifestaron.
#Nolesvotes y toma la calle, pero no te dediques a la destrucción sin sentido porque esa no es la manera de cambiar las cosas.
Un abrazo, F.S.
Es cierto FS, en todos los grupos se meten los "terroristas" que son los destrozapancartas, ya lo sé, yo solo me apunto a la idea, yo ya no puedo ir a quejarme a ningún sitio, ni siquiera de forma pacífica, pero pienso que no se si serán esos chicos o esos maleantes disfrazados de buenos chicos, los que lo tienen que resolver la situación del futuro, pero alguien tendrá que hacer algo y de momento, al margen de esos chicos, solo oigo silbar al propio viento y nada más.
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