lunes, 16 de mayo de 2011

Con dos copas todo se dice pero hoy es la sonda la que me mata


16 mayo 2011


Hoy, en una de mis charlas “feisbuquianas”, casi he copiado, en uno de los comentarios,  una de las ideas que mis amigos de la jungla madrileña de cristal, de las sabrosas, me mandan en las aburridas tardes en que el negocio no llega por ninguna parte a sus mesas, me lo mandan en notas de esas que me recuerdan que somos latinos y eso sin ser un defecto, puede que te convierta en un gran grosero si el que te escucha no te lo sabe entender, lo cual es algo parecido a lo que siempre le pasaba a Cela.
“A mi siempre me gustaron las cuarentonas, incluso a los veinte, ahora me hablan de usted y yo hasta me río, me hace gracia, puedes contarles lo que sea pues te consideran inofensivo, como un león sin uñas y sin dientes. Nunca entenderé eso de que un hombre mayor nunca lo es y por contra la mujer a partir de los cuarenta ya no puede hacer papeles de protagonista de película,  hace de Mamá, como mucho. El Jonvaine y el Carigrant eran galanes a los 65 y eso estaba y está, que es lo penoso, bien visto. Un hombre que sale con dos mujeres a la vez es un mujeriego, un líder, pero si eso mismo lo hace una mujer con dos hombres, entonces ella es, como la de la canción, una mala mujer. Que cosas, ¿verdad?”
Pero mi amigo el que vive en la selva de cristal, me insinúa en su carta de hoy  que el machismo está mas arraigado, incluso, entre las mujeres que entre los hombres, o eso parece y añade:
“Ah, y esa cuarentona  que te decía el viernes que ya era vieja la tendría yo que ver, la noche deja ver, y mucho, a ese tipo de personajes, les llaman cazaviejos, o algo así, no me hagas mucho caso, pero como ahora los tíos jubilados se las buscan Andinas y de 20, ya sabes, es una especie de convenio, tu me  das techo y comida y yo te apaño el cuerpo, o algo así, no se muy bien como funciona, pero yo se que es algo parecido a un convenio. Es fácil, Enrique, cuando la propia se te hace vieja, te divorcias y luego te lías con una andina de veintipocos que luego te acaba trayendo a todo su equipo a la que te descuides y te llena la vejez de alegría y de familia, una gozada, pero entonces la tuya, tu ex y la ex familia, te han mandado al olvido, pero no hay aburrimiento posible para ello por mucho que te olviden los que otrora te adoraban, no temáis, familia es lo que nos va a sobrar. Cosas del modernismo social, globalización, creo que le llaman”.
Vaya como es tan largo lo leído, el culo ya lo tengo pegado a la sonda. No puede ser, voy a levantarme de la silla para bailarme una de las mías, despacito, eso sí, pero a bailar que luego me salen varices. (Robado del blog de Joana)

2 comentarios:

  1. Aún a riesgo de que entre por aqui alguna feminista y nos tilde de "viejos verdes" con promiscuidad en vena, te diré que me gusta tanto una de 40 como dos de 20. Entre tu y yo.
    Un saludet!
    P.D.: Ahora bien, tambien te digo que no cambio a mi cuarentona,ni por dos de veinte, ni por tres de treinta.jeje

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  2. Es cierto, argy, yo tampoco cambio mi sesentona por ninguna. Gracias.

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