¿Tus verdades son las de todos? – Va Pensiero

2 de mayo 2011

Te sientas tan tranquilo a por tu café y ya empiezan a insuflarte conocimientos de los que no esperas, ni quieres saber. El Reencuentro lo ganará la NINI y, claro, yo estoy descolocado. ¿La NINI?, “sí tío, esa de la Joyas de la Corona y La Lomana”.  Al final, el mas viejo, nos suelta una plática de aliño que me ha resultado, mas o menos, así:

Pasa el tiempo y, sin darte cuenta, te vas convirtiendo en una especie de ayatolá familiar empezando a notar, salvo que estés ciego de amor o de locura de amor, que no es lo mismo, que la gente pasa bastante de ti y de casi todo lo que cuentas, que si no hablas, lo mas probable es que nadie te pregunte nada y cuando lo hacen apenas puedes soltar una frase y eso, lo de soltar alguna palabra, lo puedes hacer siempre que sea  corto y rápido pues al instante ves que el personal del entorno sigue a lo suyo, a sus cosas y eso que tú solo querías contarle que “una vez …………”.  Todo el mundo tiene sus cosas muy claras, mucho es mucho, es decir, todo el mundo tiene su verdad, es casi imposible dialogar con alguien cualquier asunto, incluso pasas al mundo de los que creen que los años no pasan en balde y que tendrán razón, tus verdades ya no son tan oídas, ni tan esperadas. Esa será verdad, pero lo mejor es no hacerle caso al mundo, yo tengo el mío y no me meto con el de los demás, solo espero que no se metan conmigo. Así las cosas, por favor, quitar de mi lo que mas odio que no es otra cosa que tenerme que tragar la “vehemencia de la ignorancia”.

Y claro, tras todo ese derrumbe me he ido traspuesto a lo mío, pensando que esa podría ser, perfectamente, mi propia imagen. Pero de golpe, como caído del cielo, descubres a tu enano favorito, es decir, a uno de ellos, que sin que nadie se lo impida te empieza a dirigir la palabra, y digo palabra por decir algo, te sonríe, te dice ¿“avi gugamos a la rrggana”?, que quiere decir que juguemos a lo de pinchar en los iconos del iPhone que suelta unos ruiditos muy monos. Y así, y sin darte cuenta, descubres que para alguien eres muy importante, que necesita que le cuentes cosas y que te dejes pegar patadas en el peroné o que le cuentes un cuento antes de dormir siendo, ahí, en lo de contar cuentos, cuando descubres que has nacido para el arte. Ver como se estremecen cuando les cuentas que el caballo se puso a llorar por estar enfermito y que hay que dormirlo abrazándolo y ellos se ponen a ello como si de verdad fuera, en fin, es inenarrable … Con ese público yo me atrevería a cantar el “Va Pensiero de Nabucco” y eso es, justo, lo que voy a hacer

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