Publicado en 3 junio, 2011 de etarrago
Todos le teníamos entre las cuerdas de nuestros sueños malévolos, envidia u odio por ser tan listo, no sé, pero nadie se explicaba como se podía tener esa capacidad para generar tanto suelo. Pero Enrique, el Ortiz, lo hacia bien y yo quiero considerarme entre los que le teníamos una envidia sana, intenté comprarle suelo alguna vez y en casi todas cuando llegaba yo con el dinero de mi Empresa, pues nada entonces, simpáticamente, eso sí, me decía que ya llegaba tarde, que valía mas y que ya lo había vendido a otro, o sea un chico pletórico de poder y de fuerza, lo cual le permitía hacer ese tipo de jugadas a los compañeros de oficio, pero yo lo consideraba un tipo simpático, hasta le tenia cierta envidia, malévola al principio pero pintoresca, después. Al final le compré suelo en el Pau 1, en San Blas y mi Empresa, entonces Acciona Inmobiliaria, ganó mucho dinero con ese suelo y la posterior PROMOCION de viviendas. Enrique era, y es, un tipo especial, algo raro y un poco chulo, a la alicantina, a mi me caía bien, incluso puedo decir que cuando me cayó encima mi querida DFEH él fue de los pocos que se interesó por mi salud. Un tipo especial y un tipo envidiado y eso, con el tiempo, al parecer, se paga, sobretodo cuando crees que todo se puede hacer, a pesar de las envidias.
Dejo aquí, desde mi iPad, a modo de prueba, este sabroso y venenoso articulo que hoy, (03/06/2011) le dedica el periódico monocolor de mi querido Alicante.
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