03 julio 2011
Yo tenía catorce y ella, la Vartan, ya era una mujer. Yo creía haberme enamorado ciegamente de ella y de Sonia que era una guapísima rubia que vivía en la calle Rosellón que era su viva estampa, pero fue entonces cuando comprendí que mi Madre me adulaba. “Ella no te merece, Enric, ya quisiera ella tener un novio tan guapo como tú”, y yo, como siempre, la creí, pero ella se refería a la Vartan y yo …… . Las cosas del corazón siempre vuelven, pero es pura nostalgia dicen muchos entendidos en las cuestiones del pensamiento, vuelven, eso sí, pero no son tonterías, de ella aprendí a intentar hacer lo mismo con los míos, ahora y eso es lo que hago cuando puedo, lo que pasa que lo mío no tiene mérito, lo de ellos es cierto, son los mas guapos del mundo.
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