24 agosto 2011
- Prioridades son amores y no palabras vacías. "¿Tú como notas que te haces viejo, Enrique?”
– Empezar la mañana así, no es nada gratificante pues es como si la primera piedra que se lanzara te tocara a ti el primero, entonces piensas vaya una mi-mi de fiesta que voy a tener.
- Bueno reservémonos para el juicio final y daremos curso a la petición de mi amigo el enfermero más querido de cuantos conozco y le digo: “Mira tío”, (intento utilizar una jerga juvenil, algo pasota, ya sabéis, él es un chaval), “me di cuenta el día que me monté en un ascensor en Azca, el ascensor se paró en la tercera planta y una chica monísima que estaba detrás mío me dijo; Permite Usted, señor?”
– Como se me ha quedado con cara de apio de verano, le insisto con algo muy convincente: “Ayer mismo, mientras celebraba el cumpleaños de mi hijo, al ver los números que lucían las velas del pastel, me quedé con la vista fija en ellos. Eran 38, tío”
– Ahí, el chaval ya se ha animado un poco y me ha dicho; “Entonces que edad tienes tú, Enrique”
– Yo, rápidamente doy un regate y evado la respuesta y como he visto que aún no le había convencido, entonces le explico un cuento: “Mira tío, y con eso concluyo, estaba con tres enanos, de 2 3 y 4 años, montados encima de una cama de hospital, estirando de los goteros, arrancando los alargos de los enchufes y pulsando todos los botones de la maquinaría clínica que hay en el cabezal, todo eso mientras dábamos golpes a la recién parida, a todos los que se acercaban y, además, dirigíamos el cotarro fotográfico del momento”
– “Pero eso no es nada que te haga viejo, Enrique, entonces eras un niño” – Y entonces le apostillo; “Claro, lo malo de todo eso es que yo tenía 62, eso fue anteayer y esos tres eran mis nietos del alma, unos ángeles del cielo”
– “Jo, Enrique, entonces si que debes sentirte viejo, claro, ya lo entiendo, las tías te hablan de usted y juegas con los niños como uno más. Ya lo entiendo, Enrique, ya lo entiendo”
– Empezar la mañana así, no es nada gratificante pues es como si la primera piedra que se lanzara te tocara a ti el primero, entonces piensas vaya una mi-mi de fiesta que voy a tener.
- Bueno reservémonos para el juicio final y daremos curso a la petición de mi amigo el enfermero más querido de cuantos conozco y le digo: “Mira tío”, (intento utilizar una jerga juvenil, algo pasota, ya sabéis, él es un chaval), “me di cuenta el día que me monté en un ascensor en Azca, el ascensor se paró en la tercera planta y una chica monísima que estaba detrás mío me dijo; Permite Usted, señor?”
– Como se me ha quedado con cara de apio de verano, le insisto con algo muy convincente: “Ayer mismo, mientras celebraba el cumpleaños de mi hijo, al ver los números que lucían las velas del pastel, me quedé con la vista fija en ellos. Eran 38, tío”
– Ahí, el chaval ya se ha animado un poco y me ha dicho; “Entonces que edad tienes tú, Enrique”
– Yo, rápidamente doy un regate y evado la respuesta y como he visto que aún no le había convencido, entonces le explico un cuento: “Mira tío, y con eso concluyo, estaba con tres enanos, de 2 3 y 4 años, montados encima de una cama de hospital, estirando de los goteros, arrancando los alargos de los enchufes y pulsando todos los botones de la maquinaría clínica que hay en el cabezal, todo eso mientras dábamos golpes a la recién parida, a todos los que se acercaban y, además, dirigíamos el cotarro fotográfico del momento”
– “Pero eso no es nada que te haga viejo, Enrique, entonces eras un niño” – Y entonces le apostillo; “Claro, lo malo de todo eso es que yo tenía 62, eso fue anteayer y esos tres eran mis nietos del alma, unos ángeles del cielo”
– “Jo, Enrique, entonces si que debes sentirte viejo, claro, ya lo entiendo, las tías te hablan de usted y juegas con los niños como uno más. Ya lo entiendo, Enrique, ya lo entiendo”
A veces explicar tonterías se convierte en un verdadero arte macabro, ¿verdad?, pero aún puede ser peor si el esfuerzo es inútil.
jajaja!!!
ResponderEliminarEse flhas se cura haciendo un crucerillo con tu mujer. Te imaginas mirando desde el barco una puesta de sol y diciendo eso de...¡Por fin solos María!
;)
Si, Candela, voy a ver si consigo algo así, ahora en octubre, gracias por la idea.
ResponderEliminarFelcidades a tu tierno y activo infante.....Me uno a la moción por una escapada de los "avis". De ser necesario organizo yo la colecta.
ResponderEliminarGracias, argy, lo tendré en cuenta, pero por ahora prefiero ver como crece un poquito mas.
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