martes, 23 de agosto de 2011

La Generación del pesimismo infundado



23 agosto 2011
A veces, sin darte cuenta, empiezas a escribir sin saber lo que vas a expresar, las letras se juntan y empiezan, a modo de ensayo, a formar palabras que, con suerte, acaban expresando sentimientos. Eso me ha pasado hoy…
Quizás confundiéndome en extrañas imágenes que afloran en mi imaginación en un día tan feliz como el de hoy, me siento atrapado por él, por ese tiempo que pasa y pasa sin que nos demos cuenta y sin que queramos darnos cuenta de ello, de que pasa y muy deprisa. Parece que fuera ayer cuando ese querubín rubio de mis entrañas llegó a este universo que me rodea y él, al nacer,  me dio mucha fuerza para seguir creciendo a pesar de las dificultades que, como no, entonces las había como ahora o más. Tener un hijo no es una cuestión de egoísmo, claro que se vive mejor sin ellos, me refiero a que vives mas desahogadamente, puedes ejercer de joven toda la vida, si no los tienes, y eso de esperar a realizarse para tenerlos es un motivo más de incomprensión hacia una generación que se instala, muchas veces, en lo cómodo. Tener un hijo es una proeza, es cierto, pero es, también, una bendición. Tenerlo/los, ayuda a crecer, te vuelves autoexigente contigo mismo y te devuelve a la vida en esa inevitable ciclo vital en el que alguien diseñó para nosotros. Alterarlo para poder ser mas libre, mas joven, menos comprometido y más rico, si cabe, es un error generacional en el que algún día deberemos pedirnos cuentas por esta regresión poblacional en el que el mundo occidental anda metido en un claro deterioro de sus funciones vitales. De momento la regresión se cubre con las conocidas estampidas de pueblos superpoblados y muy necesitados que procedentes de otros continentes sureños inundan nuestras calles, nuestra cultura y ocupan todos esos empleos que nosotros no queremos “usar”, pero: ¿y la fuerte depresión que produce esa necesidad de no querer complicaciones? ¿Donde nos llevará?

Veamos, muchachos de las nuevas generaciones: ¿De donde se puede extraer ese pesimismo? Estáis mejor formados que todas las generaciones anteriores y que os han precedido en ese sufrimiento, sois físicamente mas sanos que ellos, también, y tenéis una gran cantidad de medios a vuestro alcance que generación alguna jamás haya tenido. ¿Por qué tanto pesimismo? Creéroslo, sois la mejor generación que la humanidad ha tenido jamás ¿Entonces que os pasa? Quizás no os hayan enseñado a sufrir y vosotros, seguramente, no tenéis la culpa, pero quizás sea solo eso. Abajo el pesimismo, creed en vuestras fuerzas y pisar la línea de la transgresión, ese es el camino a seguir.




9 comentarios:

  1. Enrique tu estado de lucidez llega a unos limites insospechados. Como tu hijo sigaS asi antes de tu cumple algún editor te contrata. Que sabias palabras has juntado, y todas ellas dan como resultado una verdad en si misma. Estupendo artículo!

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  2. La juventud española ha crecido mecida por el pensamiento tontiprogresista buenista que les ha hecho creer que los iPad, los tablets, los iPhone y montones de cosas más, crecen en los árboles.

    Y aún no han tomado conciencia de que no saben hacer mucho más de lo que hace un ingeniero chino experto en cibernética o en energía, por ejemplo, por doscientos dólares al mes.

    Aparte de que les ha tocado un época prodigiosa en España donde nunca tantos robaron tanto.

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  3. Bola Bucan, OK a tu comentario, hará falta algo mas que ganas y mala educación para levantar esta Progre- Sociedad en la que nos han instalado en la que pedimos en la manifa quincemera dinero para el cono sur africano mientras le exigimos dinero a papá para salvar los fines de semana con un mínimo de inlucidez etílica y todo para olvidar a esa mierda de sociedad que nos han dejado nuestros antecesores.
    Gracias Bucan, me has abierto los ojos y gracias por andar por este espacio.

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  4. Gracias, argy, me sube la moral oír tus comentarios, como siempre.

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  5. Definitivamente se aburguesarón tanto papas como hijos,,,,

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  6. No creo que tengan motivos para ser más felices de lo que fuimos nosotros, tienen más cosas pero muchas carencias intelectuales y una gran intolerancia a las frustraciones típicas de la vida.

    Quizá la culpa haya sido nuestra por no saber decir no.

    Estaba pensando en la generación de mis hijas, no se si les dará tiempo a tener hijos porque aún se están formando y tal como está la vida les restará mucho tiempo el encontrar un trabajo digno.

    Confiemos en que esto vaya cambiando poco a poco. Tú disfruta de Julia, seguro que te lo has ganado.

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  7. Por respeto a la generación que los soporta me he guardado esa autoflagelación que nos cuentas, Candela. Enseñar el NO es algo que a muchos de esos, aún, jóvenes padres se les ha olvidado acometer. Pero eso está igual o peor por donde vayas en la actualidad.

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  8. Bueno, hay de todo, argy, cada vez que suelto alguna lágrima como la que aquí me ocupa, me acuerdo de ti. Tú, como muchos más que conozco, (aunque no tantos), sois, o eso creo, una ejemplar excepción.

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  9. Ah, Candela, a Julia y a los otros tres, los maleduco como todo Avi que se precie de serlo. Ayer, los tres encima de la cama del hospital, y yo mismo, conseguimos desmontar el soporte de los goteros y no quedó un solo enchufe lleno de cable alguno. Desenchufamos hasta el teléfono. Para el resto del personal presente, exceptuando la aterrorizada avia, no pasaba nada anormal. No te cuento la bronca que tuve que soportar luego.

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