Sin darme cuenta apenas, me veo metido en un lugar cerquita del cielo, que está lleno de ángeles y el caso es que los hay de todas las edades. Hace un rato, le decía a un viejo conocido huertano, en la resaca dominical y repasando el día vivido y cuando ya lo que digas no va a ninguna parte: “Creo que ha valido la pena el viaje, ha valido la pena llegar hasta aquí, amigo” y el arrugado huertano en un alarde de conocerse de memoria mis manías prosaicas, me ha dicho con cara risueña y voz de Párroco octogenario, una frase que me encaja como el Carduran Neo a mi H.T.A.; “Te veo encantado de conocerte, Enrique” – Y yo, sin mediar palabra alguna, me he levantado, le he dado una palmadita en el hombro y con un gesto de siseo a lo perrito de coche antiguo de esos que se enganchaban en los cristales, me he ido mas contento que el Nazareno a su Pasión.
Feliz noche, amigos.
Para que negarlo, ¿porque no hacer alarde de las pocas ocasiones o motivos para estar contento o "encantado de conocerse uno mismo" y disfrutar contando tal experiencia? Claro que si, son tantas las veces que nos dan motivo para pensar lo contrario, que da gusta relamerse de vez en cuando....No dejes de hacerlo! ah! y contarlo.
ResponderEliminarGracias, argy, eres un "chaval" estupendo.
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