11 enero 2012
¿A usted, señor Camps, no le da vergüenza que le muestren lo que ha hecho? – Así se despachaba , esta madrugada, uno de los mejores cafetulianos anónimos que conozco y al que yo vengo llamando el Trotsky, cuando se va, y aunque no aparece en el escenario, muchas veces, hoy lo ha hecho. “El tío se mantiene ahí, como si con él no fuera la cosa, es un verdadero hijo de puta, prepotente y uno de los asesinos de nuestra democracia, visto desde el escenario juvenil” – Cuanta razón tienes, me he atrevido a comentarle, con un tono de voz seguro, pero prudente, pues gente así puede arrancarse con cualquier modo. Me ha mirado, pero no me ha contestado, le habré parecido demasiado mayor para arremeter contra mi, a pesar de no haber dicho nada en su contra, pero como ya lo conozco de tiempo, reconozco que el tipo, el tal Trostsky, hoy se ha portado bien, mientras, eso si, engullía a velocidad de vértigo su tercer Carlos III.
Pero hoy, por fin, ha aparecido Antoine, solo, al principio, pero al rato ha aparecido la Matilde que ha entrado como un Limousine en una tienda de “detalles” a la vez que la Loli, que ya estaba preguntándole al Francés de donde conyo venía y en donde había estado toda la Navidad y con el teléfono apagado. Al Antoine y al Pepe, curiosamente, se les ha iluminado la cara pues la tal Matilde venía vestida como la misma Sharon Tate en el 68, y como la señora, que debe pasar de los 60, está con un cuerpo que no se lo merece, pues el resto del local, carajillo en mano, le han dedicado todo tipo de comentarios y ninguno sobre el Oratge que viene o el que hace a esta hora de la mañana. La aparición de Antoine y la Matilde, nos ha llevado a que tuviéramos que hablar de su Peletería y sus formas de facturar, a la vez que le recriminábamos que Los contribuyentes pagan 830 euros para compensar la evasión fiscal de otros. Pero Antoine, que es un cachondo mental, sin precedentes en la historia de la humanidad, se me arrima a la Matilde, la coge por detrás y poniendo las manos sobre sus protuberantes tetas, nos dice: “Comme cojones je pars pour fuir en il y ayant cela à vue” que mas o menos quiere decir que “como demonios se va a esconder del mundo fiscal habiendo estas cosas a la vista y al alcance de la mano”.
Lo dicho, mi amor por el pequeño empresario y/o comerciante, de toda la vida es “infinito”, cada vez más, pero siento que a los que llamamos emprendedores no les nazcan oportunidades. Estamos como siempre: “Unos se trabajan la vida y otros la disfrutan”.
Nota: La frase en francés que me ha soltado Antoine, me la ha escrito, a petición mía, el mismo autor y es por eso que la he podido reproducir aquí.
A ver si fotografías a esa Matilde y la sacas aquí, que el público está ya ansioso por verla. Ja, ja.
ResponderEliminarva a ser difícil, Buacan allí, en el local de juerga, tertulia y corrupción, está prohibido echar fotos. pero seguiré intentándolo
ResponderEliminar