406 incidencias, “solo”, en Nochevieja en la provincia de Alicante
01 enero 2012
No poder dormir porque en la planta baja de tu edificio haya un pub de copas, es algo que casi es normal en cualquier lugar del mundo actual, en La Zona urbana de La Huerta, tampoco podemos dormir aunque vivas en el ático. Desde las seis de la tarde, se pone la música a toda marcha como si quisieran que todos nos pusiéramos a bailar desde tan temprana hora, pero eso es lo de menos, la música está con el volumen al máximo, fuerte, muy fuerte, pero si te gusta la marcha y los cuadros andan bien colgados, puede que no pase nada más que te preguntes el porqué de tal arrebato. Pero el caso es que los coches, a partir de las nueve de la noche empiezan a aparcar por las cercanías con mas de lo mismo, vienen con las ventanas bajadas y la música que hace temblar a todo lo que les rodea, pues el ruido es espectacularmente inconcebible y hasta estúpido, pues el frío que deben pasar es de aúpa. Quizás debieran inventar que los coches llevaran los altavoces colgados por fuera del vehículo, así las criaturas no se resfriarían.
Oye, todos hemos sido jóvenes, dice alguno de mis progres amigos, y a mi de lo que me dan ganas es de echarles agua, pero NO, “no se te ocurra, Enrique, que estos luego suben a por ti” – Claro, cariño, no se me ocurriría, para eso está la Policía Municipal, siempre tan eficaz. NO, no vienen nunca, dice el mas joven de todos los progres que me rodean, el propietario es amigo de alguien del Ayuntamiento y aunque llames no te harán ni puñetero caso. Jo, que alegría de civilización, pienso yo, pero no por eso seré mas infeliz, subo mi volumen y el de la tele y/o el del aparato de música y se acabó y aunque no oiga ni el teléfono, lo importante es no quejarse pues si lo haces te puede pasar como al del propietario de ese coche de Madrid que le arrearon en un túnel por no se sabe muy bien por qué. La misma policía te lo aconseja, no se meta en líos, estos tipos llevan armas y son, siempre, muy peligrosos, ¿?
El problema es que a partir de las una de la madrugada la cosa se complica, utilizan la calle para dirimir las diferencias que el alcohol va provocando en muchos de los ruidosos vecinos del Pub de las narices, mas tarde hay bronca, rotura de cristales, “es que llevan navajas hasta los mas ilustres”, voces, insultos, gritos y acaba viniendo la policía a las seis de la mañana para llevarse a dos o tres de ellos para soltarlos dentro de un rato, claro.
Una voz policial tranquiliza a los vecinos que se atreven a bajar: “Es que hoy es Nochevieja y ya se sabe” – Pero oiga, guardia, pero si esto es todos los fines de semana …
Ante esta decadencia de la autoridad, de las buenas formas y de la sana forma de divertirse, aún y tomando copas, es de estúpidos vivir como viven muchos de los que hacen de la noche su mundo superior, allí donde prevalece su fuerza, su autoridad y sus maneras, donde, como los mismos vampiros, su fuerza languidece con la salida del sol. Qué estupidez, que tontos, dice mi amigo Josete, el mas progre de todos los progres, “que manera de destrozase la vida y el caso es que no hay nadie que haga nada por ellos, por darles alguna solución a sus desocupados espacios emocionales, que pobreza amigos”. Y uno que ya es mayor y con muchas plumas perdidas en batallas parecidas, se pregunta: “Y tú, mi progre amigo, dedicado a la política desde hace treinta años, ¿que coño has hecho por evitarlo?”
PD: Releída esta bloguería y cuando estaba a punto de borrarla he decidido cambiar de idea, pero no por ello he dejado de darme cuenta que estoy mayor, si, muy mayor, hay cosas que me cuesta entenderlas y mucho, si, mucho, mucho. Feliz primer día del año, amigos.
