Aprovechando que son días en el que el fervor popular hacia sus costumbres religiosas, golfáicas o perversas, según se vea o se sea, hacen que éstas se manifiesten de modo espontáneo y profuso y por ello os voy a contar algo que parece una tontería, pero que para mi no lo es.
Mi amigo Augusto es tan especial que resulta difícil vivir sin él y yo, por contra, me he pasado 25 sin saber de él y, claro, así me ha ido. He aquí una definición que le distingue, aunque sea en sentido figurado, la del título de esta bloguería y que él acompaña con este video y que dejo aquí. Ah, ni es una coña, ni es nada parecido a una exaltación del amor orfebre, seximarciano o prusiano, nada de eso, es pura gramática amparada, en este caso, en las costumbres. No os perdáis el vídeo:
es que a mi me causan un problema los talibanes.
ResponderEliminarNo se si alguien te lo habra dicho hoy, pero sigues siendo genial, Augusto
ResponderEliminar