13 enero 2012
Y como no hay dos sin tres, un regalo me cae del cielo desde un corazón olvidado y que sigue fiel a sus principios, esté donde esté su fin perseguido. ¿Donde me escondo si tu te vas?, como te lloro, no sé, no sé. Soy como una niño sin deseos, solo quiero que no te vayas, se me acaba la vida. Tal vez en otro lugar, otro tiempo que ya pasó y que no volverá, no se, ¿donde me escondo?
Tarde de invierno, preparando la conferencia de un viernes tras una larga ausencia.
Puro mimetismo sintético y aerocongestivo, Antonio C. la belleza se contagia y te arrastra, solo ha sido eso.
ResponderEliminarGracias, yo estoy hecho un chaval, nadie diría la edad que tengo, jajaja