¿Buscar empleo con pasión?

 Fotografía de Robert Doisneau

27 abril 2012

El título no es una broma ácida mas de esas que a mi me gusta lanzar y que tantos problemas me da cuando alguien no sabe entenderla como tal, no. Resulta que leía hace un momento, un artículo que me ha llamado la atención. Dirigido su contenido a un público juvenil, se movía, todo él, alrededor de una pregunta: ¿Qué hay que plantearse a la hora de buscar trabajo? En él se hace amplia referencia a los parámetros que motiva su búsqueda; Pasión, Entusiasmo y Necesidad, explicando, con lógica aplastante, que no se debe buscar un empleo, tan solo, para pagar la hipoteca o para poder salir los fines de semana, por ejemplo, y que solo adquiriremos ese necesario tono laboral eficaz cuando lo hagamos con pasión.  La verdad es que ante un discurso así, uno cree que la demagogia política se ha instalado, fácilmente, en cualquier foro docente, pues, quizás, lo que nos debiéramos preguntar nosotros, todos nosotros, es como hemos conseguido que esa juventud con capacidad para poder trabajar ya no confíe en su futuro laboral, exclusivamente y al margen de otras consideraciones, porque no lo hay. No estamos hablando de que son unos vagos, que no buscan trabajo, que solo quieren trabajar para poder pagar aquello que les da placer y, claro, de todo habrá, claro que si y de eso no hay mas que darse una vuelta por los centros de las ciudades los jueves, viernes y sábados noche, donde el suicidio colectivo parece haberse instalado en la cabeza de todos los que se dejan ver por allí.   Pero no estamos hablando de unos pocos, estamos hablando de que el paro juvenil ya es casi del 50%. ¿De verdad alguien cree que de lo que de verdad se trata es de lanzarles a los chicos que lo que hay que hacer para encontrar trabajo es hacerlo con pasión? – A veces me pregunto por qué se deja que a cualquiera se le permita dirigir discursos estúpidos a los que están en edad de formarse. Tampoco me extrañará, lo cual no deseo mas que virtualmente, que a alguno le quemen, simbólicamente, su púlpito docente. Por favor, un poquito de “por favor”.

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