20 septiembre 2012
Mi amigo Pepe Conesa, ese gran Restaurador Alicantino, (muy Cartagenero él), es una fuente de nobleza, imaginación y cultura. Hoy nos ha sorprendido, a todos sus amigos, con un anuncio letal, ácido, crítico y que, siempre que lo hace, me hace reír:
Y llegó ese día que anunció Einstein:
Una taza de caféAlbert Einstein dijo: "Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad" …“El mundo solo tendrá una generación de simples”.
Charlando en el restaurante
Divirtiéndose con la novia
Disfrutando la ciudad en convertible
PD: El que está detrás, en la foto 4, no soy yo, ni es cierto que Pepe o yo mismo, nos pasemos 13 horas al día con cualquier smart-maquinita.
A mí me sorprende muchísimo la verdad que la gente no pueda alejarse del móvil, que se haya convertido en algo taaaan importante. Yo por suerte no permito que se adueñe de mí, pero sí que veo que muchos de mis amigos están como enganchados a twitter, facebook y todas las redes sociales. Y los adolescentes vienen peor que nosotros, los ves en el metro que ya vamos, flipo!
ResponderEliminarNo sé si se tomará conciencia de esto, qué pasó con leer?? Con no atender el teléfono mientras se come??? Con no vivir pendiente de que X dijo no sé qué en Twitter??
Besos
Todoe s cuestión de saber donde está el límite amiga Letzy. Convendrá recordar que no debemos hacer culpable de las muertes de tráfico al que inventó la rueda ¿Verdad? - Otra cosa será la responsabilidad que tenemos los mayores en enseñar el uso de esas nuevas TCI a losd mas jóvenes.
EliminarUn abrazo y un honor verte por aquí, amiga letzy
Esto se está convirtiendo en algo cada vez más cotidiano....a la vuelta de una generación "ja vorem" que pasa.
ResponderEliminarLe a cbo de decir a mi amiga letzy que:
EliminarTodo es cuestión de saber donde está el límite. Convendrá recordar que no debemos hacer culpable de las muertes de tráfico al que inventó la rueda ¿Verdad? - Otra cosa será la responsabilidad que tenemos los mayores en enseñar el uso de esas nuevas TCI a los mas jóvenes. Tú, amigo Argy, seguro que me entiendes, ¿Verdad?