21 septiembre 2012
Contar intimidades no es propio de personas de bien, salvo que creas que lo que desvelas tiene alto significado para ti y para el mundo que te rodea. Hoy mi amigo Pepito Ros me ha dicho. “¿Tú crees, Enrique, que todo el mundo te quiere como yo?” – Yo no he sabido reaccionar, me he emocionado, simplemente le he dado un fuerte abrazo, como el que se le da a la primera novia, que en mi caso es la última, como si de un amor primario y obsceno se tratara, si, eso ha sido, sí, un abrazo de amigo: Bendición, abrazo y palmada en el culo, como siempre. Pepito … TQ y te querré siempre.
