Legislar no es difícil, solo hay que saber donde está el problema
25 octubre 2012
Discutía esta madrugada, con mis colegas de café tempranero, sobre la legalidad, autoridad y oportunidad de los desahucios de viviendas a gente que no tiene medios económicos, ni tan siquiera para la subsistencia alimentaria. Uno de ellos, ex-apoderado bancario, de Bancaja, para mas señas, defendía la incapacidad de los Bancos para actuar de otra manera, pues renunciar a la aplicación de la legislación hipotecaria para casos de impago, no les reportaba una vida saludable y equilibrada a la hora de seleccionar aquellos casos que merecieran un trato social mas benigno que no fuera, precisamente, el temido e implacable desahucio. Los Bancos, dice el ex de la banca, no son jueces, ni hacen las leyes y aunque pudiera defenderse la teoría de que los Bancos y sus Bancarios con poder, abusaron de sus oportunistas blanduras a la hora de otorgar crédito a quien sabían no podría hacerle frente al mínimo resfriado de nuestra economía, la Banca y sus organismos de control solo han podido echar de sus cargos a quienes dirigieron esa Banca en la época del Boom inmobiliario, los que hay ahora se deben a sus accionistas y por tanto no pueden regalar nada, ni ejercer su mejor criterio salomónico pues no es su papel.
Tendrá razón nuestro cafetuliano de hoy, seguro, pero yo soy de los que pienso que no basta con que los directivos de la Banca/Cajas que ahora está en la UVI y en manos del Estado Español, se les haya echado, tras la quiebra técnica de sus entidades y después de pagarles unas tremendas e impúdicas indemnizaciones, no, creo que se les debiera haber tratado como a delincuentes y si no hay ley que lo ampare, pues ya estamos perdiendo el tiempo en no crearla.
La Ley Hipotecaria, aunque se diga que hay artículos que datan de 1909, no es una mala ley, quizás lo que convenga es actualizar, matizar y legislar sobre su aplicación en casos que, como el actual, el desahuciado lo es por la incompetencia del Banquero que les otorgó un crédito aún a sabiendas de que no podría devolverlo.
El Parlamento, el Poder Legislativo, debe estar para eso, para introducir aquellas excepciones de tipo social que sepan separar al que se aprovecha de la ley del que necesita una aplicación justa y social. No es cosa de los Bancos hacer excepciones, sí de los Políticos que ostentan la representación del Pueblo, pero quizás el problema estribe en que la Casta no sepa ni donde, ni quien, ni de que sufre, el pueblo al que dice representar. Parecen estar ciegos y sordos y lo de ciegos no lo digo en tono despectivo, ni por el tamaño sede sus bolsillos, ni siquiera figurado, solo es una triste realidad. Lo de sordos es ya una inexplicable tradición muy española.
No nos dejemos engañar, la culpa de ese desajuste social no es de los jueces, ni de los banqueros, ni de la policía esa que empuja a los ancianos que van a defender a los desahuciados, no, la culpa es de la Casta, solo de ellos.
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