30 noviembre 2012
Estaban todos allí, como no, el mismo rito de siempre, primera fila vacía, todos sentados y es entonces cuando aparecen, cuando faltan solo cinco minutos para que cante la gorda que, en este caso, era la delgada y guapísima Ainhoa Arteta. Ella, la Ainhoa, cantó como los mismos ángeles y hasta me hizo llorar cuando cantó o mio bambino caro de Puccini al despedirse, pero la nota la dieron ellos, como siempre. A la mayoría les importa un bledo lo que se canta y quien, ellos van al corrillo y se van cuando se reabre el canto. Han cumplido su misión. Pasan los años pero ellos son los mismos, les encanta la notoriedad, hablan de modo gestual y acaloradamente, asegurándose de ser vistos y de ver a quien interesa. Son los reyes de la farándula político-empresarial de la vida social alicantina, ellos son, aunque algunos ya no, mis amigos.
“¿Te añoras, cariño?” – No, solo que una cosa es estar en el escenario y otra en la Platea, ahí se ven las cosas como son y hasta te puedes reír de ellos sin ser visto o eso creo.
Que más añadir de esta gente,,,,,???
ResponderEliminarEn general, amigo Antonio, no son mala gente, al mnenos solo por eso, solo que son insportables y, además, no miden su gestión por los crterios de eficacia productiva, no, lo hacen por los mismos crterios que otros, si, los que ejercen la política, son, quasi, condenados a muerte.
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