Feliz domingo , los animalitos y esos abuelazos

04 noviembre 2012

Vaya, hoy no me he dado el golpe tibial con la esquina de la cama y, además, me he dado cuenta que esa especie de norma que me impuse a la hora de proponerle a los arquitectos que diseñaran baños de 1,70 m de ancho, bañera al fondo y que bidé e inodoro posaran enfrentados y alineados perfectamente, si, eso es, ahora una suerte pues resulta que gracias a ello  puedo sentarme en el ino y apoyar el pie en el bidé,  y así puedo ponerme los calcetines sin que me de un ataque de ansiedad impotencial. Por otra parte mi vecino, el mas ejemplar de todos ellos, me da dos palmadas cuando me cruzo con él en el garaje, y me advierte de la suerte que hemos tenido pues la vecina de pared con pared, se ha marchado a otra casa y con ello nos hemos perdido esos lamentos pasionales que tanto encendían nuestras tranquilas noches de sueño y dolor.

Y todo esto que hoy me parece bien, lo será, sin duda, por que es domingo, si, ese día en que algunos hipócritas van a Misa a ver la minifalda de la niña de Rosa, aunque la niña ya tenga mas de cuarenta, y a soltar ese euro con cincuenta que sueltan cuando pasan el plato haciendo el mayor ruido posible con ello pues, en otro caso no serían ellos. Es el día en que los jóvenes se levantan a las tres de la tarde y los abuelos a las seis para aprovechar ese día en que todos andan cerca aunque no, necesariamente, despiertos. El Domingo es ese día en que todos pensamos que es un día especial y yo, incluso, también lo creo. Ay, aquellas matinales del Cinerama en el Paralelo barcelonés de mi infancia y luego un vermut en La Bohemia, ¿Verdad, Papá?

De especial, por ser domingo, no leo el periódico, solo ojearlo, pero me ha llamado al atención una noticia que no por frecuente, hoy, no sé por qué, pero me ha llamado la atención. Quizás sea porque me acuerdo de muchos animalitos y no todos de cuatro patas, algunos humanos puede que sufran el mismo trato. Amando de Miguel decía hace pocos días que el problema de la sociedad actual con una cifra de paro jamás conocida y una crisis económica de caballo, no lo es tanto gracias a la actitud de una generación de abuelos que aún no alcanzan a entender lo que les pasa. Ellos se han convertido en el colchón de la familia y no siempre se les ofrece el reconocimiento debido. Dejo, para activar la meditación,  un par de links y una imagen.

Feliz domingo.

´Vivir mejor que tus padres era progreso, ahora los hijos tienen más estudios y son mileuristas´ - Informacion.es

Protesta de la asociación animalista - Informacion.es

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