Martes 13 ..... Noviembre 2012
Algunos personas, si, quizás todas, sufrimos los males del desespero en la espera cada vez que nos toca hacer cola para resolver asuntos en una de esas múltiples gestiones que, a los que tenemos cierta dependencia, mucho más, siempre toca hacer de forma regular. Carnet de conducir, DNI, Pasaporte, en fin, ya sabéis, cosas de la inso-burocracia que nos toca vivir a diario en este querido País que, algunos, aún llamamos Spain.
Algunos personas, si, quizás todas, sufrimos los males del desespero en la espera cada vez que nos toca hacer cola para resolver asuntos en una de esas múltiples gestiones que, a los que tenemos cierta dependencia, mucho más, siempre toca hacer de forma regular. Carnet de conducir, DNI, Pasaporte, en fin, ya sabéis, cosas de la inso-burocracia que nos toca vivir a diario en este querido País que, algunos, aún llamamos Spain.
Si los que están detrás de una ventanilla pública y de lo Público, supieran lo que es estar del otro lado del cristal, a lo mejor les pasaría lo que a Caperucita en el bosque y, entonces, quizás, todo cambiase. Por eso, hoy, agradeceré a esa ejemplar empleada de lo Público en la DGT-Alicante, la cual y por cierto, me ha parecido guapísima de la muerte, su diligencia, su pragmatismo y su especial eficacia en resolver mi muy especial problema, que siendo irrelevante para el mensaje de este contenido, si intenta mostrar la cara eficaz de un sufrido y, a veces, insufrible, comportamiento de los que ostentan la faz de la Gestión Pública. Felicidades a quien corresponda aunque, lo más probable es que sea de carácter personal, pues los alicientes en ese tipo de Empleo, por muy deseado que parezca, son escasos e insufribles, si no fuera por su emputecida y regular solvencia salarial y turno horario.
Besos a todos ellos, pero hoy, especialmente, a mi nueva y utópica, amiga de la DGT.
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Si el Domingo viste el programa de Jordi Evolé en La sexta, te habrás dado cuenta de como ven a los funcionarios lo de la clase politica, en especial el Vicepresidente de la Diputación. Un saludo
ResponderEliminarNo pude verlo, tocó, como no, amigo Antonio, ver el CLAN y: "No se te ocurra cambiarlo que si no los niños no cenan". No obstante, me lo imagino.
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