28 noviembre 2012
Mandas una nota-e a un amigo o a un grupo de amigos y les informas de tal o cual cosa o hasta, incluso, les das la dirección de algún pibón cerebral, (un culmen universitario en paro), para que le hagan alguna entrevista y, no, no contestan, hasta que un día te invitan a la boda y descubres que cuajó. Abren el correo-e, lo leen, todo un gesto, y luego pensarán hacer o deshacer algo al respecto de su contenido, pero la mayoría no hacen, ni dicen, ni MÚ. A veces, incluso, te despides con un mensaje subliminal reactivo y les dices: “Mandad, fotos, porfa”, pero no sirve, pocos son los escogidos que sean capaces de mandarte alguna, aunque sea de su infancia, conyo, ¿Es eso tan difícil …? El caso es que no están enfadados contigo ni nada por el estilo, solo que es la nueva forma de vida digital, estamos tan cerca que ya ni nos vemos.
Hace poco, mi amigo EKK, soltaba una buena intención sobre alguien del que había recibido un mensaje en su muro-Facebook. Era un tipo que solo escribe en el suyo y de lo suyo, y que nunca, por nada del mundo, contesta, ni pincha un miserable “megusta” en muro alguno de sus dos millones de amigos y de los que presume de tenerlos por donde va.
Un buen día, si, ordenado que es uno, decides mandar las fotos de determinada comida de un grupo a los cinco o seis comitulianos que han asistido a ella en señal de cortesía y de amistad. –¿Sabéis cuantos contestan? – Pues eso, no mas de dos.
Otras veces alguien te invita a compartir mesa y te dice “quedamos el lunes a comer, ¿que tal te va?”. Dices que si y esperas confirmación que nunca llega y, claro, así, cualquiera que no esté acostumbrado a este feliz idioma, acaba en urgencias con el maromo de la Directora del evento al que habías podido asistir dando por sentado que no había otra comitulia pendiente, el cual, el maromo, se ha atrevido a llevarte y a magrearte, por cierto, y con ello, ya en la sala de espera, claro, lees en tu smartphone que tienes cuatro llamadas perdidas y 54 mensajes-e y te enteras del desastre. Lo peor es que con esta confusión, te acabas perdiendo dos comidas, la que no se cerró y la que sustituía a la otra. ¿será tan difícil contestar los correos-e, conyo? – Pues parece que si. Seguiremos en la brecha y en la dicha de la confusión, pero, eso sí, esperando contestación, no obstante y antes, me tomaré dos Bacardí-Cola para no desesperar.
“¿Enrique, no me digas que estás escribiendo sobre eso de los correos-e que nadie te contesta?” … Pueeeeeeeeeee, puesí - “No tienes remedio”
Eso a mi me es familiar......sin ir más lejos estoy esperando a que varias mamás y/o papas me contesten, para saber si van a venir sus niños al cumple de la mia. Eso que en la tarjeta avise del dia máximo para confirmar, via móvil o correo electrónico. Asi es la vida, al menos como algunos la entienden.
ResponderEliminarLo dicho, amigo Antonio, almas gemelas. Un abrazo y, ah, anoche vi a tu jefa muy bien acompañada, como siempre.
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