domingo, 2 de diciembre de 2012

Dos ostias y una sorpresa que no llega




2 diciembre 2012
¿Te has dado cuenta la cantidad de manchones que tengo en la cara?
– No debes mirarte en el espejo y mucho menos de madrugada
Jo, que barba, pelos blancos incipientes y negros, poquísimos
– ¿Y que te creías, que esa estupidez nata no te iba a durar siempre?
Ya, pero es que me cuesta entenderme, si, a veces creo que solo soy una ficción y que todo esto es una gran obra de teatro en la que en algún momento, en un acto preconciliar y esquizofrénico, un día me dirán: SORPRESAAAA y me contarán la verdad.
– Tú no estás bien de la mollera, Enrique. – Como me dices esto, querido reflejo, si yo siempre he querido ser como tú, es decir, nada de ti, nada de nadie y mucho menos de cualquiera.
– Enrique, aquí no hay campana salvadora ni  SORPRESA alguna, venga, tómate tu café, date dos ostias en la cara y anda ya a comerte el mundo o lo que te queda de estar en él, pues ya tienes demasiada tontería encima, querido soporte.
No sé, creo que ya llevo demasiado tiempo hablando con mi otro yo, a veces, incluso, ni yo me entiendo. En fin, feliz domingo que ya casi nos pilla aquí sentados y en bolas.


8 comentarios:

  1. Yo lo suelo hacer a menudo, y así me va, jejeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues como a Eva, de maravilla, amigo Antonio. Ya me contaréis como debo dármelas.

      Eliminar
  2. Creo que también yo debo darme un par de esas. Feliz entrada de semana Enrique.

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues a mi me encantaría saber como lo haces, Eva, el resultado, en tu caso, es excelente.

      Eliminar
  3. hablando con nuestro otro yo... ,
    creo que es lo unico que a veces nos mantiene cuerdos y en la realidad
    aunque parezca lo contrario
    un abrazo

    ResponderEliminar
  4. A mi me hace ilusión verme las canas,Enrique. En realidad, me gusta hablar con esa persona que tengo enfrente al espejo y ver como sonríe irónicamente ante mis desvaríos.... al final, acabamos riendo juntos o llorando , pero no somos tan distintos,sólo habitamos realidades distintas. Un saludo cordial Enrique

    ResponderEliminar
    Respuestas

    1. Es cierto, Conrado, justo eso: Realidades distintas.
      Gracias Conrado por acercarte a esta ventana, es agradable saber que hay viuda mas allá del teclado.

      Eliminar

Este blog comparte contenidos con otro de mis blogs a modo de copia de seguridad, el uno del otro, hasta el 24 de febrero de 2023

https://enriquetarragofreixes.wordpress.com/